Antes de que reanude la actividad en la Serie A, Inter de Milán pasó por una última prueba, para llegar a tono al campeonato. Y la pasó sin problemas: venció a Sassuolo por 1-0, en un partido amistoso disputado en el MAPEI Stadium, de Reggio Emilia.
Hacia este encuentro, previo a lanzarse a la cancha por la competencia oficial, el Nerazzurro llegó con un desempeño positivo de sus juegos disputados en este período de preparación. De cara a este jueves, había afrontado cuatro duelos, de los que cosechó tres triunfos y un empate.
Este buen rendimiento por estas semanas fue el que el equipo de Simone Inzaghi intentó replicar contra el Neroverdi. Para eso, tomó de inmediato la iniciativa y avisó con el primer gol con un disparo al arco de Edin Dzeko, sobre el arranque, seguido de avisos claros de Romelu Lukaku, Federico Dimarco y Hakan Calhanoglu.
Pese a los intentos, el cuadro lombardo no consiguió romper el cero antes del descanso, para el que Sassuolo se fue con mejores sensaciones, dado que manejó un poco más la pelota y tuvo sus chances mediante Andrea Pinamonti y Rogerio.
Fue entonces, en el complemento, el momento en el que el Biscione logró abrir el marcador. Tras una recuperación alta, Alessandro Bastoni se adelantó, dejó un rival en el camino y descargó hacia la izquierda del área para que Dzeko, a los 63 minutos, remate certero.
Después del gol, ambos equipos dieron lugar a los cambios. Sin embargo, las modificaciones no alteraron la búsqueda del segundo tanto, por parte del elenco de Inzaghi, que generó ocasiones en el tramo final, con una desperdiciada por Lukaku, quien se topó con un compañero frente al arco.
Ahora, Inter se abocará de lleno en el regreso a la Serie A, en la que debe seguir su levantada, desde el quinto puesto. Tal ambición la pondrá en juego con un duro partido ante el líder del torneo, Napoli, el próximo 4 de enero, en el Giuseppe Meazza.