Juan Román Riquelme tuvo su merecido homenaje en la Bombonera de Boca Juniors ante la Argentina de Lionel Messi.
Fuegos artificiales y miles de celulares encendidos en la noche de Buenos Aires recibieron a un emocionado Juan Román Riquelme que, a los 45 años, volvió a salir al césped de su amada Bombonera, a la que asiste cada vez que juega Boca en su rol de dirigente e hincha del club.
Máximo ídolo de Boca en este siglo, Riquelme es un armador talentoso que disputó 388 partidos, en los que anotó 92 goles y dio 119 asistencias, y obtuvo 11 títulos, incluidas tres copas Libertadores, una Recopa Sudamericana y una Intercontinental, que ganó con un partido inolvidable en 2000 frente al Real Madrid (2-1).
Para la anécdota quedó el resultado (5-3) del partido Boca-Argentina transmitido en forma gratuita por la televisión pública a todo el país, pero sin acceso a los reporteros gráficos. Los hinchas debieron esperar a la segunda etapa para celebrar el primer gol de Riquelme (47) y uno de Messi, a los 49, quien anotó antes de dejar la cancha ovacionado.
“Los bosteros estamos contentos. Estoy muy agradecido. Acá hay gente que quiero mucho. El fútbol me ha dado todo en mi vida, yo solo soñaba con comprarle una casa a mi mamá”, dijo Riquelme ante la multitud y reconoció especialmente a los entrenadores Carlos Bianchi, José Pekerman y Alfio ‘Coco’ Basile, que fueron los que le “enseñaron todo” y que participaron de la demorada fiesta de despedida.
En el cierre, Riquelme entregó placas de homenaje al título mundial en Catar-2022 a Messi, Paredes y Di María, que al igual que Scaloni habían jugado con otros históricos de la selección ante el equipo de exfiguras de Boca, capitaneado por Riquelme y bajo la dirección técnica de Bianchi, el entrenador más ganador del ‘xeneize’.