Los croatas, subcampeones del Mundo, eran ligeramente favoritos, pero apenas pudieron empatar 1-1 con una República Checa corajuda, que dio pelea hasta el final.
Croacia hizo un planteamiento diferente que contra Inglaterra, quizás buscando mayor poder ofensivo, pero dejando atrás el cuidado en defensa. De esta forma, dejó en el banquillo a Marcelo Brozovic y Caleta Car. En su lugar, prefirió a Dejan Lovren y Josip Brekalo, quienes no le permitieron tener el equilibrio que necesitaban desde atrás hacia el mediocampo. Justamente, fue Lovren el que cometió un penal a Patrik Schick a los 34′. Luego de la revisión del VAR, Carlos Del Cerro Grande lo confirmó y se abrió el marcador.
Fue el mismo Schick el que ejecutó el penal y se anotó en la cuenta a los 37′. Los checos se irían al descanso con la ventaja a su favor y sufrirían en el complemento de los ataques croatas. Apenas comenzada la segunda mitad, Andrej Kramaric asistió a Ivan Perišić a los 47′ y empató el score, lo cual hizo pensar que era probable que los de Zlatko Dalic pudieran remontar el juego, pero no fue así.
República Checa vio buen negocio en la igualdad y se defendió como pudo ante los intentos de Croacia. Ni Nikola Vlasic a los 73′ ni Bruno Petkovic a los 89′ pudieron conseguir la ansiada voltereta y el 1-1 no se movió más. Quedó entonces con 1 punto el conjunto croata, mientras que los de Jaroslav Silhavy sumaron 4 unidades. Además, consiguieron que Schick se convierta en el goleador momentáneo de la Euro 2020 con 3 anotaciones.