Alisson Becker se convirtió en el héroe del cuadro de Jürgen Klopp al anotar el agónico gol que los mantiene aún con posibilidades de clasificar a Champions League. Esto sucedió en su visita al ya descendido West Bromwich el pasado domingo, al cual remontaron por 2-1.
Ha sido una temporada para el olvido de los ‘Reds’, quienes ven en rescatar el cupo a la Liga de Campeones un pequeño consuelo. Por eso, cuando comenzaron perdiendo a los 15′, gracias a un gol de Hal Robson-Kanu, parecía que aquel sueño se desmoronaba.
Tuvo que aparecer Mohamed Salah (33′) para emparejar el marcador y colocar el 1-1 con un disparo que chocó en el palo y entró con suspenso. Después de ello, el dominio fue absolutamente de los de Anfield, pero el gol no llegaba de ninguna forma, a pesar del dominio de juego, la generación de ocasiones y la posesión del balón.
En la última jugada del partido, a los 90’+5′, se cobró un tiro de esquina a favor de los visitantes. Aquella era la última oportunidad de los de Klopp para intentar alguna jugada desesperada que les permitiera concretar la remontada. Entonces, todos se quedaron atónitos al ver que el portero brasileño Alisson abandonó su arco y enrumbó hacia el área rival.
Trent Alexander-Arnold ejecutó el saque de esquina que sería el prólogo de aquella anotación de antología. El golero se elevó entre todos lo jugadores y cabeceó certeramente para vencer a su colega Sam Johnstone, quien nada pudo hacer ante la potencia y velocidad en la que venía el balón.
Tras el pitazo final, Liverpool quedó en la quinta casilla, expectante a lo que pueda suceder con el Chelsea en la próxima fecha, quien ocupa la cuarta posición: solo un punto los divide (64 y 63). Lo conmovedor fue que, luego del partido, Alisson declaró entre lágrimas: “Ojalá mi padre hubiera estado aquí para ver este gol”. Cabe recordar que el progenitor del guardametas falleció en febrero pasado.