Morteza Mehrzad es la segunda persona más alta del mundo y en Tokio 2020 buscará su segundo Oro representando a su país.
Tokio 2020 continúa con los Juegos Paralímpicos, que comenzarán este martes 24 de agosto y durarán hasta el 5 de septiembre. Y aunque todavía no se iniciaron las competencias, este evento deportivo ya nos regala grandes historias como la de Morteza Mehrzad, el atleta paralímpico más alto de la historia con sus 2,46 metros.
Es iraní, tiene 33 años y ya fue medalla de Oro con su país en Río 2016, cuando aprovechó su altura para ser la figura de su equipo en la disciplina de vóley sentado. Un deporte que lo sacó de la exhibición a la que era sometido por su singular físico en su país: el entrenador lo vio por la televisión y supo que lo necesitaba para su equipo.
Los 246 centímetros son producto de la acromegalia, un trastorno que hace que la glándula pituitaria produzca más hormonas de crecimiento de lo normal y eso hace que las manos, brazos, piernas y todo el cuerpo crezcan en demasía. Puede provocar diabetes, hipertensión o cardiopatías y suele reducir la esperanza de vida hasta 15 años entre las personas que la sufren, cerca de 70 por millón.
La rareza que representaba el físico Morteza hizo que recorriera Irán como una persona sin otra cualidad que su extremada altura, que le generaba más problemas que beneficios. No sólo desde la salud física, sino también en la salud mental: vivía solo, aislado y deprimido. No se sentía parte de una sociedad lo veía como un fenómeno: la segunda persona más alta del mundo viva y el 11° de la historia. Ahora, se ha convertido en todo un símbolo de superación en su país.