Fuentes, en su vuelta luego de tres años, fue noqueado por David Cuéllar. Una imagen que impactó hasta al presidente de la WBC.
Una impresionante nocaut se dio en la noche de Cancún, que tuvo el opaco regreso de Moises Fuentes luego de tres años de inactividad. El mexicano, que supo ser campéon de peso mínimo de la OMB, se enfrentó a David Cuéllar en una pelea que fue criticada por el permiso que dio el árbitro, que según los especialistas debió ser terminada antes.
Por el título Minimosca OMB, Moisés sufrió la furia de su contrincante y, sobre todo, la diferencia de edad entre ambos. Es que el más experimentado casi doblaba en años a su contrincante: Fuentes tiene 36 y Cuéllar, apenas 19. Además, la inactividad también jugó a favor del joven retador, también mexicano.
Lo cierto es que para el más veterano la pelea fue un suplicio desde el minuto cero. Cuéllar dominó el ring y fue quien aplicó los golpes más precisos durante el tiempo que duró la pelea, a tal punto que Fuentes debió ser atendido al final del quinto round, cuando muchos pedían que se terminara el calvario para él.
Ya en la sexta vuelta, nadie podía entender cómo Moises se mantenía de pie ni por qué el árbitro no detenía el duelo. Asi fue que los 2:11 minutos de ese round, el General aplicó una impactante mano izquierda que no encontró resistencia en Fuentes y lo mandó a la lona. La cara del experimentado boxeador quedó desconcertada y cayó sin más remedio.
Una vez consumada la victoria de Cuéllar, inmediatamente ingresaron los médicos a asistir al boxeador de 36 años, que no se movía. De hecho, uno de los asistentes que forma parte de su esquina le quitó los guantes sin que se diera cuenta ni pudiera ayudar con los movimientos.
Tras algunos estudios rápidos en el ring, Fuentes se fue en camilla y debió ser hospitalizado en una clínica de la zona, donde se recupera lentamente de los daños causados por un golpe letal, que fueron precedidos por una serie de impactos realmente muy fuertes que lo dejaron inconsciente.