Un golazo de Koundé y un contragolpe mortal definido por Rakitic le dieron al Sevilla una victoria enorme en la ida de las semifinales de la Copa del Rey para dejar al Barcelona al borde de la eliminación.
El Sevilla contra Barcelona en las semifinales de ida de la Copa del Rey, deja más dudas que certezas en el equipo de Ronald Koeman, que después de una buena trayectoria en las últimas semanas, parece que ha dado un paso atrás en la competición que tenía más al alcance.
Más que uno, Umtiti tuvo dos momentos decisivos, determinantes en la suerte del partido. En el primero vio como Koundé le hizo un caño antes del 1-0, en el segundo, en una jugada al espacio, resbaló y dejó a Rakiticen el uno contra uno ante Ter Stegen y no falló. Desde que volvió del Mundial de 2018, en el que Francia fue campeón, Umtiti no es el mismo, su rodilla padece muchos problemas y le ha mantenido fuera del equipo durante semanas. Ahora que parecen solventadas sus dificultades físicas, su velocidad es otra.
Fruto de la exigencia del calendario, el Barcelona se presentó en el Sánchez Pizjuan con ocho bajas y tuvo que armar una defensa de circunstancias, con Junior Firpo, un lateral zurdo por la derecha, y Mingueza y Umtiti en el eje. Se quedaron en Barcelona Sergiño Dest, Araujo, Piqué y Sergi Roberto; también Pjanic y Braithwaite, así como Coutinho y Ansu Fati.
La Copa del Rey se presenta prácticamente como la última oportunidad del Barça de Koeman de conseguir un título esta temporada. En La Liga está a ocho puntos de la cabeza, en la Champions parece que no tiene gas para competir al máximo nivel, ahora en la Copa deberá remontar.