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A lo largo de lo que se lleva disputado de la Primera Ronda de Playoffs NBA, los 37,2 puntos que promedia Devin Booker lideran la competencia; dejan atrás, inclusive, a Jimmy Butler y sus 36,5 unidades de media. Este martes montó un show con 47 puntos, para definir el 4-1 sobre Clippers y avanzar a las Semis del Oeste, donde ya esperaba Denver.
Eso no es del todo inesperado para alguien del calibre de Booker. En definitiva, ingresó a la postemporada de 2023 con un promedio de carrera de 26,1 puntos, por delante de jugadores como Kobe Bryant, Damian Lillard o Russell Westbrook.
Sin embargo, lo sorprendente es que Booker también ha sido uno de los mejores defensores de este inicio de Playoffs.
Hasta hace poco, Booker cargaba con la reputación de ser un mal defensor. De hecho, fue uno de los peores de la liga según métricas avanzadas como estimated plus-minus (EPM) durante las primeras temporadas de su carrera. Pero si bien era claro que había mejorado con respecto a esos años, ciertamente nunca se lo había considerado un especialista.
Booker está brillando en ambos extremos en lo que va de la postemporada y aquí va una mirada más profunda a cómo el tirador de los Suns se convirtió en un legítimo jugador two-way.
Las asignaciones principales de Booker en la serie ante Clippers fueron Russell Wesbtrook, Norman Powell y Eric Gordon. Los tres son anotadores talentosos, pero el escolta de Phoenix hizo un gran trabajo contra ellos.
Los datos de matchups pueden ser engañosos, pero los números de Booker son notablemente buenos. Hasta el quinto partido ante Clippers, había limitado a los oponentes a un mísero 39,6% de campo. Un 6,8% peor que el porcentaje esperado para esos lanzamientos. Y todo con el volumen más alto de la liga: 96 tiros defendidos.
Da para pensar. Ningún jugador de la liga ha defendido más tiros en estos Playoffs. Incluso si los Clippers lo atacan de manera intencional, Booker se mantiene firme y acepta el desafío.
Más allá de defender tiros, también ha hecho un trabajo especialmente bueno protegiendo el aro en los avances de Westbrook, obligándolo a tomar disparos forzados.
Booker nunca ha sido un jugador de tapones y robos. Los promedios de su carrera son solo 0,8 robos y 0,3 tapones por partido. Es impactante, entonces, que lidere los Playoffs en robos con más de 2 por partido y también tenga números importantes en tapones (uno por encuentro).
Y no se trata de jugadas simples: ha obtenido ambos a través de una gran anticipación y lectura.
Incluso cuando Booker no ha logrado una tapa, ha sido excelente al alterar tiros cerca del aro. Según las estadísticas de la NBA, los oponentes han disparado solo un 48,8% (previo al quinto partido) contra él en la pintura. Como marco de referencia, solo Giannis Antetokounmpo (48%) mantuvo a los oponentes en una tasa más baja durante la Fase Regular.
Quizá el cambio más notable en la defensa de Booker sea su nivel de esfuerzo.
- Saca faltas ofensivas.
- Hace box-outs contra interiores.
- Se esfuerza para cerrar tiros perimetrales.
- Se lanza afuera del campo para recuperar balones.
En pocas palabras, hace jugadas de esfuerzo en todo el campo, esas que no aparecen en las estadísticas y, a veces, incluso son difíciles de detectar a primera vista.
A lo largo de la rutina de una Fase Regular de 82 partidos, es difícil mantener este enfoque. Pero Booker ha elevado su defensa a otro nivel en los Playoffs.
Nadie sabía que era capaz de defender a este nivel. Y eso podría significar graves problemas para el resto de la liga.
