El equipo dejó en el banquillo a sus mejores jugadores para tener más opciones en el próximo ‘draft’.
La NBA ha anunciado este viernes a través de un comunicado que ha impuesto una multa de 750.000 dólares (unos 675.000 euros) a los Dallas Mavericks por dejarse ganar contra los Chicago Bulls en el partido del pasado 7 de abril. El campeonato de baloncesto profesional estadounidense dice que la multa al equipo de Luka Dončić es “por conducta perjudicial para la liga”.
“Los Mavericks violaron la política de descanso de los jugadores de la liga y demostraron con acciones y declaraciones públicas el deseo de la organización de perder el partido para mejorar las posibilidades de mantener su elección de primera ronda en el draft de la NBA de 2023″, ha señalado en su comunicado la NBA.
Luka Dončić jugó poco más de un cuarto del partido en la noche en que el club de Dallas homenajeaba a Eslovenia, su país. Compartió banquillo con Kyrie Irving, la otra gran estrella del equipo, que no participó en todo el partido, mientras a los Mavericks se les iba la temporada. Tim Hardaway, Maxi Kleber, Josh Green y Christian Wood se quedaron también fuera. En realidad ya tenían muy difícil clasificarse para las eliminatorias.
“La decisión de los Dallas Mavericks de restringir la plena participación de jugadores clave en un partido de eliminación el pasado viernes contra Chicago socavó la integridad de nuestro deporte”, ha dicho Joe Dumars, Vicepresidente Ejecutivo de la NBA, Jefe de Operaciones de Baloncesto. “Las acciones de los Mavericks fallaron a nuestros aficionados y a nuestra liga”.
Muchos otros equipos han dado la sensación de preferir perder sus últimos partidos y han dejado a sus estrellas en el banquillo alegando sospechosas lesiones u otras excusas, pero nadie lo ha hecho de una forma tan chapucera como los Mavericks. La mención de la NBA a las “declaraciones públicas” hace referencia a que el entrenador del equipo, Jason Kidd, dejó claro antes del partido que iba a sentar a sus mejores jugadores y que no era una decisión suya, sino de “la organización”. Además, insistió en la rueda de prensa posterior al partido: “Esto es quizá un paso atrás, pero esperemos que nos lleve a seguir adelante… Estas son decisiones que se toman desde mis jefes y tenemos que seguirlas y confiamos en que [el propietario Mark] Cuban y Nico [Harrison, el director general,] van a juntar las piezas para ponernos en posición de ganar un campeonato”.
La liga, sin embargo, no ha llegado a la conclusión de que los jugadores que participaron en el partido no estuvieran jugando para ganar, pese a que los de Dallas desperdiciaron en el último cuarto una ventaja de 11 puntos y acabaron perdiendo por 112-115, en un hundimiento que acentuó las sospechas.