El juez de la Corte Suprema, Clarence Thomas, afirmó este jueves que las vacunas COVID se producen con restos de bebés abortados. La declaración fue parte de su discurso disidente durante una sesión de la corte que se centraba en un desafío de libertad religiosa al mandato de vacunación.
El punto de la discusión en el tribunal era el debate sobre sí los trabajadores de salud tienen que estar vacunados contra el COVID. En este caso, la demanda fue hecha por 16 trabajadores que debido a su negativa perdieron sus trabajos, privilegios laborales o se vieron obligados a vacunarse.
El caso había derivado en una orden judicial preliminar de la corte del distrito norte de Nueva York. Sin embargo, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de EE. UU. revocó la orden. Luego de pasar por estas instancias, el caso llegó hasta la Corte Suprema este jueves. No obstante, el Tribunal desestimó la apelación, esto motivó a Thomas a dar su discurso disidente, el cual fue secundado por los jueces Samuel Alito y Neil Gorsuch.
El principal argumento de Thomas se basa en que el mandato de vacunación iba en contra de la primera enmienda que resguarda el derecho de la libertad religiosa. Es por esto que el juez citó la información errónea sobre la composición de las vacunas.
Si bien es cierto en el proceso de formulación de las vacunas se utilizó tejido de fetos, esto fue para probar los efectos de la misma. A partir de eso, el compuesto no lleva este material dentro de sus componentes.