Durante una audiencia de cambio de declaración ante la Corte de Distrito de Estados Unidos en St. Paul, Minnesota, Derek Chauvin, el expolicía de Minneapolis condenado en abril por el homicidio de George Floyd, se declaró culpable de los cargos federales por violar derechos civiles.
Chauvin también admitió su responsabilidad en un caso distinto, en el que está acusado de usar tácticas similares contra un joven de 14 años en Minneapolis durante 2017.
Como parte del acuerdo de culpabilidad, los fiscales piden que Chauvin sea sentenciado a 25 años de prisión, la cual cumpliría de forma simultánea con su sentencia de 22 años y medio por cargos estatales de homicidio.
Además del caso estatal por homicidio, a Chauvin lo acusaron de dos cargos federales relacionados con su labor policial. En primer lugar, fue acusado de dos cargos relacionados con la muerte de Floyd, incluida la privación del derecho de Floyd a estar libre de una “captura irrazonable, que incluye el derecho a estar libre del uso de fuerza irrazonable por parte de un agente de policía”.
También enfrenta una segunda acusación formal por un incidente en el que supuestamente utilizó tácticas similares con un joven de 14 años de Minneapolis en septiembre de 2017. El informe señala que sujetó al adolescente por el cuello y lo golpeó en la cabeza con una linterna, además que sostuvo su rodilla en el cuello y la parte superior de la espalda del adolescente incluso después de que el adolescente yacía boca abajo, esposado y sin resistirse.