Matamoros: Muere El Tigre, líder del Cártel del Golfo, en las balaceras

El Tigre era uno de los objetivos principales de la Fiscalía del Estado y de Estados Unidos, incluso ofrecían recompensa para lograr su detención.

El saldo de los enfrentamientos que se registraron la noche del viernes en Matamoros, Tamaulipas, fue de cuatro detenidos y tres delincuentes muertos, entre los que destaca “El Tigre”, quien fuera jefe de plaza del Cártel del Golfo para la zona de Nuevo Progreso. Identificado bajo varios nombres como Ariel Treviño, Javier Enrique Hernández o Francisco Hernández, el presunto líder delincuencial era considerado como objetivo prioritario para la justicia de Tamaulipas y Estados Unidos, incluso ofrecían recompensa por información con el fin de dar con su paradero.

“El Tigre está enlistado dentro de la Campaña de Seguridad y Prosperidad que tienen el gobierno de Tamaulipas y siete agencias federales de Estados Unidos”, señala el comunicado que compartió el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien también confirmó la identidad del jefe de halcones de la organización criminal.

“Confirmada la identidad de Ariel Treviño “El Tigre”, uno de los agresores abatidos en los hechos de Matamoros. El Gobierno de Tamaulipas reitera utilizará todos los recursos a su alcance y no escatimará esfuerzos en el combate a los grupos delictivos. No habrá tregua contra los violentos”, agregó. Además de los delincuentes, murió una persona lejana a los hechos, identificada como Sonia Grimaldo, quien era trabajadora del Ayuntamiento de Ciudad Victoria. Una bala perdida la alcanzó, fue trasladada al un hospital, pero debido a la gravedad de la herida, perdió la vida.

Dos más resultaron heridas y horas más tarde fueron dadas de alta. En el lugar se aseguró un vehículo con blindaje, cuatro armas largas y cargadores. Autoridades detallaron que según los primeros reportes, la noche del viernes personal militar y de la Policía Estatal realizaba labores de patrullaje en Matamoros, cuando pidieron a varios vehículos sospechosos que se detuvieran. Sin embargo, en lugar de atender la petición de los uniformados, los tripulantes huyeron al mismo tiempo de detonar sus armas en contra de los elementos de seguridad. Lo que desató una persecución.