Una ola de innovación para reciclar la gran huella de calor de internet y mejorar el mundo

Imaggen de archivo. EFE/EPA/RONALD WITTEK

El funcionamiento constante de servidores y centros de datos de Internet genera una gran huella de calor que requiere una refrigeración intensiva.

Sin embargo, países como los nórdicos están abordando este problema con innovación y medidas ecológicas. 

En Estocolmo, se redistribuye el calor emitido por los centros de computación a través de la red de energía, climatizando la ciudad y proporcionando calefacción. 

Además, se utilizan proyectos para calentar invernaderos y secar madera con el calor residual. 

Otros enfoques incluyen sumergir los centros de datos en el mar, llevarlos al espacio y utilizar moléculas de ADN para el almacenamiento de información. 

La climatología favorable y las energías renovables también contribuyen a la sostenibilidad digital en países como Suecia. 

La arquitecta destaca la necesidad de considerar aspectos climáticos y de sostenibilidad al ubicar los centros de datos. 

La sociedad debe reflexionar sobre su consumo y exigir a las empresas tecnológicas que adopten prácticas sostenibles para evitar un impacto ambiental negativo.

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