La investigación, presentada en la actual sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, también indica que 12.500 personas han sido detenidas en la represión posterior al golpe, que también ha causado 440.000 desplazados internos.
Al menos 1.600 personas han sido asesinadas por las fuerzas de seguridad de Birmania (Myanmar) desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, denuncia un nuevo informe de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
“Hay motivos razonables para creer que el Ejército birmano ha actuado de forma amplia y sistemática contra la población civil”, cometiendo posibles crímenes contra la humanidad que incluyen asesinatos, torturas, o éxodos de población forzados, denuncia el informe.
En el caso de la tortura, se denuncia que los centros militares de detención en el país utilizan métodos que incluyen colgar al reo del techo y privarle de agua y comida; forzarle a permanecer de pie y en aislamiento largos periodos de tiempo; someterle a electrocuciones o drogarle; o alimentarle con carne de cerdo si es musulmán.
El informe también documenta asesinatos masivos como los ocurridos en julio del año pasado en la región de Sagaing (centro), donde unas 40 personas murieron en asaltos militares a poblados, o en diciembre en Kayah (este), cuando decenas de hombres, mujeres y niños fueron quemados vivos.