Los efectos del cierre total de la frontera de República Dominicana con Haití desde el viernes ya empiezan a sentirse en la economía de la localidad dominicana de Dajabón, según las autoridades de la zona.
El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, anunció el jueves el cierre de la frontera a partir del siguiente día como respuesta a la construcción de un canal en el vecino país que, según las autoridades dominicanas, desviará el río Masacre, que nace en territorio dominicano y luego es limítrofe con Haití.
Antes del cierre total de la frontera, Abinader ya había dispuesto la clausura del paso fronterizo de Dajabón el 6 de septiembre. Para el alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, la situación es difícil ya que esa localidad y toda la provincia del mismo nombre viven del comercio bilateral. Aunque apoya el cierre de la frontera, el alcalde de Dajabón no deja de reconocer lo que implica para la economía de la zona.
Riverón afirmó que en las instalaciones del llamado Mercado Binacional de Dajabón, haitianos y dominicanos comercian los lunes y los viernes por el equivalente a más de US$ 4 millones por semana. El presidente de la Federación de Comerciantes de Dajabón, Freddy Morillo, asegura que cada vez que se cierra la frontera, a los comerciantes se les hace difícil retomar sus negocios.
Edwin Paraison, exdiplomático, especialista en las relaciones entre los dos países y la migración haitiana a nivel global, sostiene que el impacto del cierre es para ambos lados. En los puntos fronterizos ––que incluyen, además de Dajabón, Elías Piña, Pedernales y Jimaní, donde también se desarrollan los mercados binacionales–– las pérdidas también son millonarias para esas zonas y la economía en general, según Riverón.