Consumir grandes cantidades de alimentos y bebidas ultraprocesados, sobre todo si están edulcorados artificialmente, puede estar relacionado con el desarrollo de la depresión, según un nuevo estudio.
“El estudio sugiere una relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y la depresión, con un riesgo aproximadamente un 50 % mayor para quienes consumen 9 raciones (al día) o más (el 20 % superior) en comparación con quienes consumen 4 raciones o menos”, dice en un comunicado Gunter Kuhnle, catedrático de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Reading, Reino Unido. Kuhnle no participó en el estudio.
Los alimentos ultraprocesados incluyen sopas, salsas, pizzas congeladas, comidas precocinadas y alimentos de placer como perritos calientes, salchichas, patatas fritas, refrescos, galletas compradas en la tienda, pasteles, caramelos, donuts, helados, así como muchos más alimentos y bebidas que contienen edulcorantes artificiales.
“Nuestro estudio se centró en la relación entre los alimentos y el riesgo posterior de desarrollar un nuevo episodio de depresión”, afirmó el coautor del estudio, el Dr. Andrew T. Chan, profesor de la cátedra Daniel K. Podolsky de Medicina, en la Facultad de Medicina de Harvard, y profesor de Inmunología y Enfermedades Infecciosas en la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, en Boston.
¿Por qué se asocian estos alimentos con la aparición de la depresión? En primer lugar, existe una relación conocida entre los alimentos ultraprocesados y la inflamación crónica, según Chan. La inflamación es una de las causas fundamentales de muchas enfermedades crónicas. Por ejemplo, hay estudios que relacionan los alimentos ultraprocesados con el cáncer colorrectal en los hombres y con las enfermedades cardiacas y la muerte prematura tanto en hombres como en mujeres.