La Visión recomienda: Licorice Pizza (2021)

Es la historia de Alana Kane y Gary Valentine, de cómo se conocen, pasan el tiempo juntos y acaban enamorándose en el Valle de San Fernando en 1973.

Licorice Pizza es la última película de Paul Thomas Anderson y ha generado sensación entre la crítica especializada, motivo por el que se encuentra entre las nominadas a Mejor película en los Premios Oscar 2022. Anderson nos tiene acostumbrados a historias de gran complejidad, pero, en esta ocasión, más bien estamos ante una trama simple y sin complicaciones, basada en un amor juvenil y las circunstancias que la rodean. Los protagonistas son Cooper Hoffman, hijo del difunto Philip Seymour Hoffman, y Alana Haim, guitarrista de la banda Haim, quienes buscan recrear esa atmósfera que se genera entre la inocencia y la travesura del descubrimiento, características que suelen presentarse en los romances adolescentes. Sin embargo, por más melosa o tierna que pueda ser la trama, no terminó de convencerme por sus altibajos en ella.

Por un lado, si bien hay una trama principal basada en el supuesto amor imposible entre Gary Valentine (Hoffman) y Alana Kane (Haim), el guion se toma la licencia de producir varias subtramas que, en lugar de apuntar hacia una consolidación del todo, terminan distrayendo. De hecho, en primera instancia me pareció que la historia era muy dispersa y que, cuando necesitaba cerrar un punto de alguna subtrama, saltaba a otra situación rápidamente y dejaba en el aire lo construido en la previa. Esto propiciaba una sensación de desconcierto, pues no se entendía muy bien hacia dónde apuntaban algunas escenas y me hacía pensar que estaban de más.

Por otro lado, aunque el cine sea ficción y uno puede tomarse licencias, creo que se debe velar por cierta verosimilitud, la cual no es su fuerte de este film. El protagonista es un adolescente de 15 años que corteja a una chica de veinte y tantos años quien, pese a tener sus conflictos, de alguna manera se termina fijando en él por más que este se empeñaba en demostrarle su inmadurez. Eso no es todo, ella comparte gran parte del tiempo no solo con Gary, sino que también con sus amigos, que son en su mayoría niños. Aunque claramente ella no encaja ahí, lo “mágico del amor” termina juntando a ambos de una forma u otra, lo cual nos devuelve al clásico cliché del “amor siempre triunfa”. No obstante, no es una cinta del todo mala, pues posee una banda sonora llena de clásicos setenteros que, combinados con la química que desprenden la pareja en cuestión, terminan haciendo el largometraje entretenido y, por lo menos, curioso.

Recomiendo esta película para quien busque navegar sobre la nostalgia y disfrutar de una comedia romántica sin muchas pretensiones. La cantidad de emociones nacidas de la inspiración de un amor adolescente pueden llegar a ser cautivantes si nos olvidamos de expectativas y solo nos dedicamos a disfrutar de la atmósfera creada por Anderson, una que se maneja entre lo mágico y lo improbable. Mágico porque por momentos envuelve al espectador con sus colores y el carisma de algunos de sus personajes, pero improbable por cómo el accidentado guion nos deja con más dudas que respuestas. Quizás las incursiones de Bradley Cooper y Sean Penn, sumamente caricaturizados, logren también ser un factor interesante, pero no hacen de esta una obra excelente, sino una más bien una que parece prometer mucho y cumple poco.

Puedes verla en la plataforma: Cines

Rating: 3.5/5

Ficha Técnica

• Director: Paul Thomas Anderson
• Casting: Alana Haim, Cooper Hoffman, Sean Penn, Bradley Cooper, Tom Waits, Ben Safdie
• Guion: Paul Thomas Anderson
• Música: Jonny Greenwood
• Fotografía: Paul Thomas Anderson, Michael Bauman
• Género: Comedia romántica
• Duración: 133 minutos