La Visión recomienda: ‘Falling for Christmas’ (2022)

Tras perder la memoria en un accidente de esquí, una heredera adinerada acaba al cuidado de un viudo sin suerte y su hija durante las Navidades.

‘Falling for Christmas’ (‘Navidad de golpe’) es una de las típicas películas navideñas que se estrenan en esta temporada de diciembre. Esta vez, la aclamada y polémica Lindsay Lohan regresa a la pantalla grande gracias a la plataforma de streaming Netflix, lo cual, para muchos, ha sido la excusa suficiente para darle una oportunidad a este filme. El retorno de Lohan captó la atención de la crítica, la cual esperaba ver nuevamente a una actriz que últimamente pasó por las páginas de espectáculos más por temas de su vida privada que por producciones recientes. De hecho, no es novedad que atravesó muchos problemas personales en los últimos, por lo menos, quince años. Tan solo por dar un ejemplo, en el 2005, cuando todavía era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y había admitido públicamente que consumía drogas, lo cual no le permitió destacar tanto en Hollywood como algunos esperaban.

Todo lo anterior, por supuesto, no encaja tanto con los aires navideños de una cinta como la que ahora protagoniza. Puede que ese morbo haya sido, en principio, lo que logró que esta se convierta en una de las películas más reproducidas de la millonaria plataforma. Pese a ello, si hablamos de la historia propiamente, estamos ante una típica comedia romántica ambientada en Navidad. Sierra Belmont (Lindsay Lohan) es la hija engreída de un millonario dueño de hoteles, la cual parece vivir en una burbuja y alejada de la realidad. Tras sufrir un pequeño accidente, pierde parcialmente la memoria y cambia su personalidad. Luego, conoce a Jake Russell (Chord Overstreet), quien es dueño de una posada pequeña donde se quedará mientras recuerda quién es exactamente. Así, ambos se irán conociéndose y la magia de la Navidad hará su trabajo para generar una unión entre dos personas de mundos muy distintos.

Lo destacable

Desde un principio, cabe aclarar que la cinta no es ningún prodigio, puesto que está repleta de clichés. No obstante, esto es lo que justamente muchos esperan de este tipo de obras: una historia melosa, predecible y que te deje una sensación de satisfacción en el final. En este sentido, el guion está hecho a la medida de que resulta muy previsible lo que sucederá; sin embargo, eso no quita que tenga sus momentos dramáticos o hilarantes que permitan disfrutar la trama. Podría decirse que toma los guiños más comunes del género y los replica sin temor; por ejemplo, el beso debajo del muérdago o la aparición de los típicos villancicos. Eso no quita que la trama siga siendo tan adorable como acaramelada en su desarrollo. En resumen, diría que es una película para pasarla bien en familia y despreocuparse del mundo mientras dejas que te robe una sonrisa o el corazón, pero, más allá de ello, no habría mucho más que exigirle.

Por supuesto, habría que hablar del papel de Lindsay Lohan, quien consigue maniobrarse entre la comedia y el drama romántico en un papel que adquiere matices interesantes, como su cambio de personalidad tras el accidente que sufre, pero que parece no hacerle mucho favor ni ser suficiente para convertirse en el regreso soñado. Aun así, mantiene el carisma suficiente para sostener una actuación que es bastante cumplidora para lo poco que exige el género, por lo que puede que sea la pequeña inyección de confianza que le anime a seguir apuntando a otras obras a futuro.

En cuanto a su complemento, Chord Overstreet, creo que es el actor que ofrece la actuación más sólida de todo el elenco, puesto que encarna a un personaje bastante entrañable y convincente de su bondad, el cual, pese a que pueda sonar como uno cuadriculado, consigue imprimir sin problemas. Así, es el típico hombre viudo, trabajador, que se preocupa por su hija, pero a la par tiene un negocio que está al borde de la quiebra. A pesar de ello, casi que no pierde nunca la sonrisa y no flaquea en su performance, la cual se siente verosímil dentro de todo lo artificioso que se plantea en esta edulcorante historia. Es el galán de turno, entonces, y lo cumple a cabalidad.

Lo cuestionable

Está claro que el guion, por más dulce que fuere, no es su fuerte. Tiene grandes huecos narrativos que, si uno es meticuloso, terminan siendo bastante cuestionables. Por ejemplo, se menciona que Jake Russell queda viudo por una enfermedad de su esposa, pero nunca se desarrolla mucho respecto a ello. Más bien, pareciera una excusa de los escritores para apartarla del camino y dejar al galán “disponible” para una nueva oportunidad en el amor. Asimismo, resulta poco verosímil que la hija de un millonario se pierda tanto tiempo sin que nadie se preocupe tanto solo porque “es Navidad”. Y es que de pronto parece que lo mágico de las fiestas inundan todo para que resulte repentinamente como tenía que ser. Parece no tener mucha lógica en la realidad, pero quizás para la cinta sí.

Por otro lado, se siente que la historia queda muy larga para lo poco que tenían por contar. Por ejemplo, Tad Fairchild (George Young), quien fuera el enamorado de Sierra Belmont, se pierde un tiempo entre la nieve y se encuentra con un ermitaño bastante pintoresco, el cual parece que por fin le aleccionará sobre lo sencillo de la vida. Sin embargo, apenas este influencer comprometido con Belmont regresa a la civilización, parece olvidarse de todo y no observamos ninguna transformación que justifique todas sus escenas. Entonces, queda la sensación de que estas secuencias sobre él terminan siendo una excusa también, pero para quemar un poco de metraje y llegar a la hora y media de cinta ajustadamente.

Por último, la mayoría de personajes secundarios terminan siendo muy acartonados. Con ello me refiero a que tienen interpretaciones bastante robóticas y que no marcan la diferencia. Parecen no poder experimentar más sentimientos que la alegría y ello llena todo de un ambiente de artificialidad que, pese a entenderse por cómo viene la historia, no deja de generar la sensación de que son elementos meramente decorativos, como las luces navideñas o cualquier otro objeto. Se extraña, en todo caso, alguna actuación disruptiva y que termine brillando con luz propia, mas nos encontramos con algunos que más bien parecen ser parte misma de la escenografía.

El veredicto

Recomiendo esta película para quien guste de las historias navideñas simples y sin muchas complejidades. Estamos frente a un entramado bastante sencillo y que se desarrolla con el único fin de entretener, tratando de enfrascarnos en una trama bastante melosa y con un sinnúmero de clichés, aunque ello no le termine quitando lo divertido. Eso sí, tal vez no se concreta el retorno por todo lo alto de Lindsay Lohan, pero da gusto verla intentarlo nuevamente, así sea en una cinta bastante cursi que pueda servir como transición hacia otras obras más interesantes. Al fin y al cabo, considero que las cintas de Navidad no tienen por qué ser obras maestras ni revolucionar necesariamente el género, por lo que me basta con que sea una producción familiar y que se deje disfrutar sin mucha exigencia; sobre todo, que nos inserte en ese estado de fantasía pasajera y añoranza que finalmente representa esta celebración, sin más pretensiones que ello.

¿Sabías que…?

Lindsay Lohan (1986) es recordada por ser una de las protagonistas en la famosa película ‘Chicas pesadas’ (‘Mean girls’). Con esta comedia, lanzada en 2004, consiguió llegar al estrellato y se hizo popular a nivel mundial.

Puedes verla en: Netflix

Rating: 3/5

Ficha Técnica

• Director: Janeen Damian
• Casting: Lindsay Lohan, Chord Overstreet, George Young, Jack Wagner, Olivia Perez, Sean J. Dillingham
• Guion: Jeff Bonnett, Janeen Damian, Michael Damian, Ron Oliver
• Música: Nathan Lanier
• Fotografía: Graham Robbins
• Género: Romance | Comedia
• Duración: 93 minutos