La Vision recomienda: ‘Avatar: The Way of Water’ (2022)

Créditos: Difusión

Más de una década después de los acontecimientos de ‘Avatar’, los Na’vi, Jake Sully, Neytiri y sus hijos viven en paz en los bosques de Pandora hasta que regresan los hombres del cielo a amenazar nuevamente su planeta.

Avatar: The Way of Water‘ (‘Avatar: El Camino del Agua‘) se estrenó mundialmente hace una semana y su presencia en los cines ha generado mucha expectativa, pues estamos frente a la secuela de la película más taquillera de la historia: ‘Avatar‘ (2009). Nuevamente, el laureado director James Cameron está a cargo del filme y, curiosamente, ha confesado en una entrevista que ha sido una producción tan cara que podría calificarse “como el peor negocio de la historia en la historia del cine”. Esto porque se espera que, como mínimo, pueda quedar entre las cinco cintas con más taquilla de todos los tiempos para al menos recuperar la inversión realizada en esta obra. Desde aquí, ya se observa un sesgo netamente comercial por parte del mismo Cameron, lo cual ha sido duramente señalado por parte de la crítica especializada y los puristas del séptimo arte. No obstante, esta es una tendencia que le ha seguido al cineasta desde que consiguió un éxito rotundo con su también celebrada y multipremiada ‘Titanic’ (1997), cinta que se popularizó rápidamente a nivel mundial y se convirtió en un clásico instantáneo.

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Como toda continuación, la trama se enfoca en contar los hechos posteriores a la primera cinta. En ese sentido, será importante que necesariamente hayamos visto la primera parte -que dura 162 minutos- para entender cómo es que la historia y los personajes se han ido desarrollando. En esta ocasión, entonces, veremos el crecimiento del protagonista, Jake Sully, quien ha conseguido establecer ya una numerosa familia y asentarse entre los Na’vi, los que le guardan un gran respeto por su heroico liderazgo en la batalla que comandó para desterrar a los humanos del planeta Pandora. No obstante, el conflicto estallará rápidamente cuando los “hombres del cielo” regresen con sus naves para tratar de colonizar nuevamente el lugar y explotar sus recursos, por lo que Jake y toda su familia tendrá que escapar y pedir asilo en una nueva tribu para así evitar exponer a su propio pueblo al peligro que representan los humanos. En una lectura bastante rápida, podría decirse, incluso, que el leitmotiv del primer y del segundo filme es muy similar.

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Lo destacable

No cabe duda de que James Cameron ha conseguido concretar un mundo maravilloso al recrear Pandora. Si en la primera parte habíamos visto una fiesta de efectos visuales, esta segunda entrega no es la excepción. De hecho, mejora su propia valla y consigue recreaciones de los personajes de forma tan real que a veces cuesta recordar que estamos ante CGI (Computer Generated Imagery). Es decir, todo lo que estamos observando ha sido hecho a computadora, ya que -como es obvio- el susodicho planeta no existe realmente. No obstante, es tan maravilloso el trabajo realizado que es imposible no quedarse boquiabierto con la gran cantidad de seres y paisajes que se nos muestran, todo muy lleno de una vitalidad inusitada, tanto así que nos hace cuestionar nuestro sentido de la realidad.

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El espectáculo visual es avasallador y la ocasión perfecta para que Cameron nos recuerde que hay películas que se deben disfrutar solo y exclusivamente en el cine. Es que no se trata solamente del tema de las imágenes, sino que la parte del audio también es muy completa. Cada detalle, técnicamente hablando, está planificado al milímetro. Es alucinante, por ejemplo, la elaboración de sonidos particulares para cada animal o de cuestiones tan sencillas como pasos sobre el agua o, por contrario, de otras tan complejas como el de una flecha cortando el viento. En ese sentido, creo que cumple con creces con lo que el género de ciencia ficción exige y es una obra mucho más que pulida. Asimismo, tiene algunas secuencias de acción que no están nada mal y que, nuevamente, demuestran el impecable nivel de efectos que se ha conseguido.

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Lo cuestionable

Ciertamente, este agasajo visual al que asistimos puede resultar suficiente para quien solo busca distraerse un -buen- rato. Sin embargo, esto no evita que su punto más crítico sea la construcción del guion, uno que no parece estar a la altura de toda una estética que, más bien, sí está plasmada con gran detalle. De hecho, pareciera que la trama fue dejada en segundo plano y es meramente el pretexto para construir encima un gran despliegue de efectos impresionantes que sean capaces de deslumbrar al espectador, pero solo superficialmente. Fuera de eso, se siente que estamos ante una historia sin mucha sustancia y que no nos cuenta nada nuevo a comparación de la primera ni mucho menos algo más interesante. Por lo tanto, es más de lo mismo, solo que un poco más “bonito” y en otros escenarios.

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Siguiendo con lo anterior, esta vez también tenemos una gran cantidad de personajes, pero la mayoría con no mucha profundidad ni relevancia, por lo cual se siente que están concebidos como simple “relleno”. Pues bien, por momentos casi que uno se olvida de que algunos de estos existen o también pasa que simplemente desaparecen sin explicación de por medio. Lo que es peor, la mayoría no logran ser desarrollados suficientemente ni tienen una personalidad característica como para diferenciarlos unos de otros con facilidad. Entonces, resulta un ejercicio tedioso el tratar de ubicar quién es quién, sobre todo cuando hay varios de ellos en escena, y uno termina enfocándose en dejarse llevar por la acción por la acción en lugar de empatizar con ellos y sus subtramas.

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Por otro lado, creo que sí se podría reclamar con justicia que, tras trece años de realización, no se haya intentado desarrollar un entramado más complejo. En efecto, el desenlace se hace bastante evidente apenas desde la primera media hora y se siente que todo se estira a propósito para alcanzar el metraje de más de tres horas. Ello no molestaría si en el camino la subtramas se consolidaran de tal manera que todo este alargamiento valiera la pena, pero uno se queda esperando en vano a que ello suceda y solo alguna -la del hijo menor de Jake Sully- resulta ser llamativa. En consecuencia, la cinta se hace bastante larga, ya que casi no hay giros de tuerca y el único que ocurre parece no ser tan importante y -al menos a mí- me dejó indiferente, a pesar de que me hubiera gustado mucho que de verdad me impacte. Creo que eso, más que nada, fue lo que me terminó dejando un sinsabor: sentir que, más allá del asombro visual, no me removió las fibras como esperaba.

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Por último, cabe resaltar el detalle de que este es un filme que necesita de un formato de cine específico para apreciarse adecuadamente y gozarse como se debe. Sin embargo, no todas las salas en Latinoamérica pueden darse el lujo de, por ejemplo, tener una pantalla IMAX en 3D o de ofrecer una experiencia en 4D. Esto puede que no sea tanto la culpa de los realizadores de esta producción, pero sí que se han generado problemas en varios países, donde los usuarios se han quejado de que esta era proyectada de forma deficiente y muy por debajo de los estándares mínimos para disfrutarla. Eso sí, queda la pregunta de si vale la pena invertir tanto en un portento cinematográfico para que tan solo pocas salas a nivel mundial puedan rodarle y si es que esto no se trata de, más bien, “hago el cine que quiero y ustedes han de arreglárselas para ver cómo lidian con eso”.

El veredicto

Recomiendo esta película para todos los amantes de la ciencia ficción. Sin lugar a dudas, resulta difícil no quedar encantado con un planeta tan lleno de vida, el cual es posible gracias al majestuoso trabajo de efectos visuales, unos que han llegado a revolucionar la industria cinematográfica y que la colocan como la obra a superar en cuanto al género por el realismo conseguido. No obstante, hay que admitir que toda la estética propuesta queda un poco hueca sin una historia sólida que la sustente. Vale recordar, en todo caso, que el cine no se trata solamente de maravillar visualmente, sino que también de enamorarnos con una buena trama. Eso no quiere decir que no estemos ante una cinta entretenida. En realidad, es bastante probable que sea un éxito de taquilla. Si es que somos capaces de superar todos estos lastres del guion, nos aguarda un tercer acto con mucha acción y que podría bien hacer que el todo valga la pena. En todo caso, podría resumir de que esta secuela sí es mejor que la primera, pero no quizás en los puntos que necesitaba, como el guion, sino que mejora lo que ya venía haciendo bien, lo que, finalmente, no deja tanta sensación de evolución, al menos no como se creería de una cinta que se hizo esperar tanto tiempo y que se anunció por todo lo alto como el estreno más aclamado de esta última parte del año.

¿Sabías que…?

James Cameron fue el productor de ‘Terminator VI: The Dark Fate’ (2019), cinta que fue un rotundo fracaso de taquilla y que fue apabullada por la crítica. Al respecto, Cameron recientemente culpó a Arnold Schwarzenegger de que la franquicia de Terminator se cerrara sin pena ni gloria, puesto que considera que la edad del legendario actor fue un factor clave para que la película no conectara con los nuevos espectadores.

Créditos: Difusión

Puedes verla en: Cines

Rating: 4/5

Ficha Técnica

The Review

'Avatar: The Way of Water' (2022)

4 Puntos

Recomiendo esta película para todos los amantes de la ciencia ficción. Sin lugar a dudas, resulta difícil no quedar encantado con un planeta tan lleno de vida, el cual es posible gracias al majestuoso trabajo de efectos visuales, unos que han llegado a revolucionar la industria cinematográfica y que la colocan como la obra a superar en cuanto al género por el realismo conseguido. No obstante, hay que admitir que toda la estética propuesta queda un poco hueca sin una historia sólida que la sustente. Vale recordar, en todo caso, que el cine no se trata solamente de maravillar visualmente, sino que también de enamorarnos con una buena trama. Eso no quiere decir que no estemos ante una cinta entretenida. En realidad, es bastante probable que sea un éxito de taquilla. Si es que somos capaces de superar todos estos lastres del guion, nos aguarda un tercer acto con mucha acción y que podría bien hacer que el todo valga la pena. En todo caso, podría resumir de que esta secuela sí es mejor que la primera, pero no quizás en los puntos que necesitaba, como el guion, sino que mejora lo que ya venía haciendo bien, lo que, finalmente, no deja tanta sensación de evolución, al menos no como se creería de una cinta que se hizo esperar tanto tiempo y que se anunció por todo lo alto como el estreno más aclamado de esta última parte del año.

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