Especial Halloween: 5 lugares macabros ideales para el perfecto Dark Tourist

El dark tourism, o turismo negro (o tanatoturismo) es una tendencia que existe desde hace mucho tiempo, pero que en esta última década se ha disparado. Las catástrofes naturales o las guerras han propiciado el abandono de lugares que hoy en día se han convertido reclamo de esta pintoresca manera de viajar. A lo largo del planeta hay cientos de lugares solo aptos para unos pocos. Estos son algunos de ellos:

Sanatorio de Waverly Hills (Estados Unidos)
Además de carreras de caballos y el privilegiado entorno natural del rio Ohio, el estado de Kentucky esconde en la ciudad de Louisville, la más grande del estado, uno de los destinos de turismo negro más demandados por los estadounidenses. Se trata del antiguo sanatorio de Waverly Hills, una antigua institución que servía de hospital para enfermos de tuberculosis desde el año 1910.

Se calcula que más de ocho mil pacientes murieron en sus instalaciones víctimas de macabros remedios para paliar la enfermedad, en ese momento sin cura conocida. Tras su cierre, se sucedieron miles de historias de fantasmas y fenómenos poltergeist que lo han convertido en una verdadera atracción abominable. Su entrada tampoco es gratuita.

Gran hotel Viena (Argentina)
Está catalogado como uno de los lugares más paranormales de toda Sudamérica y meca de peregrinaje para los amantes del más allá. Este impresionante complejo hotelero se levantó en Miramar a mediados de los años cuarenta, coincidiendo con el final de la II Guerra Mundial y del éxodo de los nazis de Alemania a Sudamérica. Fue levantado por los Pahlke, una familia adinerada alemana que siempre ha batallado con la supuesta vinculación con el nazismo y que a día de hoy no se ha podido probar.

Apenas duró un par de años, cuando inexplicablemente echó el cierre. Reabrió en 1962 con la idea de relanzarse el negocio pero quince años después una inundación condenó al hotel al abandono. Desde entonces, se suceden apariciones y ruidos inexplicables, muchos de ellos procedentes de la habitación 106 y del gran salón. Tal es el tirón del dark tourism de este hotel que incluso se hacen visitas guiadas (previo pago) para recorrer las instalaciones. Y todo el que va, escucha y ve cosas raras.

Aokigahara (Japón)
Conocido como el Bosque de los Suicidios, recorrer cuando cae la tarde este espacio natural de Japón es verdaderamente escalofriante. Hay que encaminarse hacia el monte Fuji, en la prefectura de Yamanashi, para dar con este bosque que ya en la entrada avisa al que entra que la vida es un regalo. No es por casualidad, pues este Parque Natural es el preferido por los japoneses para suicidarse, llegando a convertirse en el segundo lugar del mundo en este menester.

La densidad del bosque, la oscuridad de los árboles y la pesadez del aire, envuelven al que entra en una atmósfera inquietante. Si a eso se le suma que los GPS no suelen funcionar y que perderse es lo más fácil del mundo (y posiblemente entre algún cadáver que otro), no es de extrañar que Aokigahara lleve más de mil años considerándose como el bosque maldito del país del sol naciente. Y los suicidios, no cesan.

Pripyat (Ucrania)
Es un peso pesado del dark tourism y necesita pocas presentaciones. La ciudad fantasma de Pripyat se levantó de la nada en 1970 con objeto de servir de alojamiento para los trabajadores de la vecina central nuclear de Chernobyl. La explosión en la central en el año 1986 provocó que el nivel de radiación de la ciudad de Pripyat se multiplicara cientos de miles de veces. Esta catástrofe terminó provocando la muerte de muchos de sus habitantes, a pesar de la evacuación total de la ciudad en cuestión de días.

En la actualidad, Pripyat es una ciudad fantasma que, pese al saqueo que sufrió años atrás, aún conserva apartamentos y edificios públicos intactos con pertenencias que nadie se llevó, parques infantiles oxidados y todo un sinfín de instalaciones que provocan auténtico terror. El gobierno ucraniano permite las visitas a la central y a la urbe bajo estrictos controles de seguridad; que no todo el mundo sigue. Y claro, hay consecuencias.

El bosque Hoia Baciu (Rumanía)
Rumanía está el el top 10 de los destinos para los forofos de los escalofríos, pues ha sido uno de los epicentros del mundo vampírico. Pero no venimos a Rumanía a despertar a Drácula, venimos a demostrar valía y adentrarnos en el bosque Hoia Baciu, también conocido como el “Triángulo de las Bermudas de Transilvania”. Este bosque, en el que perfectamente se podrían haber inspirado para ambientar la película Sleepy Hollow, tiene un gigantesco historial de apariciones ovnis, fenómenos paranormales y sobre todo desapariciones.

Porque, por el motivo que sea, muchas personas se han adentrado en él y han desaparecido de la faz de la tierra sin ningún tipo de explicación razonable. Ha estado durante décadas en el punto de mira de estudiosos de lo paranormal, medios de comunicación e incluso friquis de lo oculto. Una curiosidad es que la vegetación de este bosque crece adoptando formas muy peculiares, asemejándose muchos árboles y arbustos a garras que salen de la tierra. ¿Te atreverías a entrar solo?

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