¿Siempre la prioridad es generar ingresos?

En la última columna les compartí sobre la importancia de diseñar nuestra visión de vida y a partir de la misma crear nuestra visión de negocio. Pero, ¿qué sucede en los casos en los que lo que queremos es dedicarnos, por ejemplo, a formar una familia, a educar a nuestros hijos, a acompañarlos en sus primeros pasos muy muy de cerca porque es algo que realmente valoramos, porque es uno de nuestros NO negociables?

¿Debemos priorizar nuestro nivel de vida sobre todo lo demás? Entendiendo el nivel de vida como el bienestar material con el que cuenta una persona, es decir, la cantidad de bienes y servicios que posee y/o puede adquirir.

¡Mi postura es un rotundo NO! 

Como les compartí en otras columnas, como familia sufrimos una fuerte crisis económico-financiera cuando al año de habernos mudado a Chile por el trabajo de mi marido, lo despiden. De un momento a otro nos encontramos sin ingresos, en un país extranjero, con altísimos costos mensuales y con 3 hijos, una de ellas una bebé recién nacida. Mi reacción emocional frente a esta situación fue la primera chispa de conciencia a lo que luego fue todo un proceso de descubrimiento y sanación personal y al desarrollo del concepto y del método en Inteligencia emocional financiera. ¡Cuántas oportunidades nos traen las crisis! ¿No?  Pero mi punto acá es que lo que más me desestabilizó emocionalmente en aquel momento fue la disyuntiva de plantearme si era una buena idea buscar trabajo y priorizar nuestra salud económico-financiera por sobre el cuidado de mi hija recién nacida. Lo escribo y el tan solo pensarlo me angustia (ella ya tiene 11 años), pero en ese momento tenía sólo un mes de vida. Ya se imaginarán la elección. ¡Fue un rotundo NO! Nada en este planeta para mí era más importante que cuidar de mi hija durante al menos su primer año de vida como tuve la bendición de poder hacerlo con nuestros dos hijos mayores. Ellos nacieron en Inglaterra donde trabajaba como psicopedagoga para el gobierno inglés y la licencia por maternidad es de 6 meses. Logré entre vacaciones no gozadas y licencia sin goce de sueldo dedicarme el primer año completo de cada uno: a acompañarlos, a disfrutarlos, a ser mamá. ¡La mejor decisión que pudimos haber tomado! 

Nuestra gran fortaleza como “equipo familia” fue que contábamos con ahorros para poder enfrentar imprevistos y cubrir nuestros gastos por bastante tiempo. Siempre fuimos y somos de gastar menos de lo que generamos. Esa disciplina nos brinda mucha salud financiera y por lo tanto mayores opciones y libertad en la toma de decisiones.   

¿Usar nuestros ahorros y no generar ingresos durante varios meses impactó en nuestra economía familiar? ¡Por supuesto! ¿Podríamos haber llegado a comprar nuestra casa antes (la famosa casa de la que hablé en tantas columnas)? ¡Por supuesto! ¿Hubiéramos tenido más dinero para disfrutar? ¡Por supuesto! ¿Pero era ésa nuestra prioridad? En nuestro caso ¡por supuesto que no!

A mi realmente me preocupa ver cómo, como sociedad, cada vez se prioriza más el tener sobre el ser. Aspectos de nuestro estilo de vida que antes eran “adicionales” hoy, para muchos, son por poco “fundacionales”. La euforia por tener más cosas, vivir más experiencias de viajes o salidas parecería ser el denominador común. Ni hablar de parejas que posponen el formar una familia por priorizar el tener sobre el ser… Un capítulo aparte que en algún otro momento abordaremos.  

El dinero es un recurso para vivir la vida que elegimos. ¡Eso es inteligencia emocional financiera! Entonces la solución no está en enfocarnos en generar más y más dinero si no en generarlo y usarlo en coherencia con lo que es importante para vos. Entonces, si hoy tu prioridad es cuidar de tus hijos (por dar un ejemplo), enfócate en “encontrarle la vuelta” y lograrlo. Sé que no siempre es fácil y sé que hay un mundo de diferentes realidades y situaciones pero también sé que con creatividad, diálogo y convicción, y con inteligencia emocional financiera, uno puede diseñar una manera de poder lograrlo. Inclusive decidiéndote por un gris: Generando ingresos de una manera que te permita hacer ambas cosas, trabajar y cuidar a tus hijos. Quizá es un desafío ¡sí!, quizá una tiene que renunciar y generar menos ¡sí! Ahí la pregunta es ¿a qué elegís renunciar? 

Ahora sí, ¡siempre involúcrate en los temas de dinero! Lo generes o no lo generes. Si la decisión con tu pareja es que él/ella tiene un rol más activo en la generación de dinero es muy importante que vos entiendas y decidas sobre la economía familiar. Que conozcas tu situación patrimonial (tus activos y pasivos), tus derechos y obligaciones y que seas parte de las decisiones que se toman con el dinero (presupuesto, ahorro, protección, inversión, análisis de riesgos, etc), para ello es muy importante que dediques tiempo a educarte financieramente, a entender “las reglas del dinero” para juntos tomar las mejores decisiones financieras. 

En otra columna voy a seguir profundizando en este tema… vamos a reflexionar sobre “el matrimonio, la pareja como equipo”

¡Hasta la próxima columna!

 Si querés compartirme tus reflexiones escribime a info@valelaco.com o por IG https://instagram.com/valelaco, Facebook https://www.facebook.com/valelaco1/ o LinkedIn https://www.linkedin.com/in/valerialaconich 

“Si desarrollar tu Inteligencia Emocional Financiera TE es COHERENTE, ¡VALE!”

Exit mobile version