Esta es la historia de una persona que solo recuerda dos días de un mes.
Como si solo fueran cuarenta y ocho horas en los que uno puede vivir, leyó los comentarios de redes sociales, comió un pan y bebió un par de vasos de agua.
Luego, no recuerda más. Imaginó varios escenarios en su cabeza sobre lo que podía pasar, lo que supuestamente estaba pasando y lo que quería que pasara. Todo eso en su imaginación porque finalmente nunca hizo nada fuera de lo que consideraba normal: sin arriesgarse ni subirse al bus.
Sentía que vivir en automático era lo más lógico que podía hacer para continuar con un ritmo adecuado y que eso no afectara en nada lo que esperaba que sucediera. Las preguntas iban y venían en su cabeza, pero respiraba con el objetivo de que las cosas que podrían salir mal se calmaran.
Pero es un ser humano y no lo puede controlar todo. Falló en medir la hora y el tiempo, aunque en realidad no, los demás llegaron tarde, pero sentía que su cabeza había fallado. Luego, por todo el retraso, ya no sabía qué haría, todo se había descuadrado. Respiraba pero no pasaba el aire a sus pulmones. Intentaba tocar el agua y la sentía caliente. Su cuerpo no respondía y al final solo se fue a su cama.
No recuerda si lloró, pero ya no era el día uno del mes y eso lo marcó en un calendario porque supuestamente era un nuevo comienzo: como si el número uno en su celular y agenda marcaba la señal de que se podía resetear. Levantarse y volver a empezar.
Sin embargo, las descordinaciones de lo que no pudo controlar terminaron por golpear sus planes y lo que esperaba de ellos.
Luego, no recuerda más.
Supone que hizo más cosas, pero no consciente. Recuerda que se levantó dos veces a caminar por cuenta propia, pero todo lo demás era lo mismo de lo mismo y no sentía que merecía ser recordado.
Entonces, cuando vio de nuevo el calendario, al día siguiente era el primer día del mes y eso significaba volver a empezar, porque las cosas cambiarían de nuevo, porque la ansiedad esta vez no la manipularía, sino se entenderían.
Y, al final, el día 24 volvió a empezar, sin esperar el próximo 1, porque no le gustó que solo dos días del calendario fueran útiles para ser libre de volver a intentar. Ahora, utilizaría todos.