Penoso presente laboral y un futuro huérfano de justa expectativa

La trascendencia e importancia de la conquista de jornada laboral máxima de 8 horas, de enero de 1919, es significado de valores, principios constantes en el tiempo y la historia, como de justicia, de bienestar, de progreso y de productividad.

Así apreciamos la  trascendencia del Convenio 047 de OIT de reducción a 40 horas la Jornada Laboral, semanal y no 48, como es nuestro caso. La reducción de la Jornada aclara en repetidos casos favorece y eleva la productividad y sostiene un crecimiento económico con equidad social.

En el transcurrir de los Siglos XX y XXI fueron revelándose sus alcances de las 8 horas de trabajo, en la educación, la cultura la economía y la política, Y el papel instrumental del  Frente Único, que liderado por Haya de la Torre ganó,  al capitalismo el citado año y mes de 1919, la batalla madre a   la superexplotación del trabajo humano, de Jornadas de 14 y 16 horas, de hombres, de mujeres y niños, pago no por jornal sino a destajo, entre algunas de las iniquidades sociales.  

Es eje en la modernización de los sistemas de trabajo y de producción, de la automación, de la robotización y la inteligencia, de la tecnología.   Cuyos efectos al igual que los extraordinarios ciclos de bonanza económica, no mejoraron, de modo sustantivo, salarios o condiciones de trabajo como era de esperar.

Por el contrario, beneficiaron al capitalismo criollo y mercantilismo, con la extrema flexibilización y desregulación laboral a partir de los años 90 que crecieron la Informalidad, el subempleo, la subcontratación, la intermediación, la tercerización etc. que se dieron con las conocidas modalidades contractuales incluyendo la del empleo juvenil un part-time criollo, todo lo que se aplicó con enorme sacrificio para los trabajadores 

Los resultados tampoco beneficiaron la productividad.  Menos impulso el Trabajo digno y el propio reconocimiento a la jornada máxima de trabajo. 

Estas políticas han ignorado los derechos laborales y la Jornada de trabajo,

La política económica no ha permitido   elevar de su mediocridad la productividad ni al país cambiar de condición de país de ingresos medios.

La necesidad del Frente Único se ha acrecentado en la movilización, en la búsqueda tanto de alianzas con la ciencia, la tecnología, como de diálogo social y negociación colectiva, que permita probadamente justicia social y afirmación de   libertades democráticas.

Impulsar un nuevo orden de trabajo, cuya parte nuclear es la Ley General de Trabajo, un reformado Consejo Nacional de Trabajo con autonomía e independencia del gobierno, la auto reforma sindical, todo esto parte de las herramientas que requiere las reivindicaciones por el trabajo digno, que Haya de la Torre impulsó con la conquista social de la Jornada Máxima de las 8 horas.

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