“Una alerta roja para la humanidad” Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas

Es así como el secretario general de las Naciones Unidas describe las conclusiones de un histórico informe sobre el cambio climático, preparado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU.

Este informe es el más completo y preciso presentado hasta la fecha y pone en tela de juicio las opiniones de aquellos que llevan décadas fundamentando sus opiniones en los márgenes de error de la ciencia para cuestionar lo que hoy estamos presenciando: LA QUEMA DE UNA PARTE DE LA TIERRA.

Por primera vez, un informe de la ONU afirma que: “no hay absolutamente ninguna duda de que es la actividad humana, principalmente a través de la quema de combustibles fósiles, la que provoca la acumulación de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera y elevan la temperatura del planeta”. Es decir que el debate, sobre la responsabilidad del cambio climático, si alguna vez fue relevante, se terminó con las afirmaciones expresadas por los expertos.
Para poner el problema en contexto es necesario diferenciar dos conceptos que, si bien están estrechamente relacionados, se toman de manera errónea como sinónimos: el cambio climático y el calentamiento global. Existe una importante diferencia, y es que el calentamiento global es la causa del cambio climático, es decir del aumento de la temperatura del planeta que es provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad del ser humano, provocando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían.

Los gases causantes del efecto invernadero son el resultado de la quema de combustibles fósiles para la generación de electricidad, el transporte, la calefacción, la industria y la edificación. También provocados por la ganadería, la agricultura (principalmente el cultivo del arroz), el tratamiento de aguas residuales y los vertederos de basura entre otros. Por otro lado, y no menos importante es el aumento exponencial de la población. Hoy somos más de 7.700 millones de personas y continuaremos creciendo hasta 2050 al menos en 2.000 millones más. Una población cada vez más numerosa necesita cada vez más recursos, lo que acelera el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero en todos los procesos de producción.
¿QUE HACER? es la pregunta más importante y su respuesta pasa por que los países que generan más gases con efecto invernadero (China, Estados Unidos y la Unión Europea), hagan recortes de manera agresiva y de inmediato de esas emisiones, cumpliendo de esa manera con los objetivos de reducción hacia 2050. Asimismo, preparando la transición hacia una economía de mínimas emisiones contaminantes.

El aporte que puede hacer la sociedad es fundamental, el mundo necesita “cambios rápidos, de gran alcance y sin precedentes en todos los aspectos, debemos llevar una vida acorde con la con la naturaleza, disminuir el consumo energético, cambiar nuestros hábitos de consumo alimentarios, reutilización de los recursos hídricos y de desechos.

El impacto en Latinoamérica es igual a la del resto del mundo, el problema es global y necesita un tratamiento como tal. Sin embargo, hay que recordar que mientras escribo este artículo decenas de incendios se desarrollan en la amazonia, muchos ríos han bajado su caudal afectando la economía de algunos países, por ejemplo, Argentina, el puerto donde se cargan los buques con los cereales que se exportan al mundo se encuentra en la Provincia de Rosario, y los cargueros no pueden ser cargados en su totalidad porque el río Paraná bajo su nivel de caudal y los barcos se quedarían varados. Así mismo hay sequías lo que significa cosechas perdidas, e inundaciones, etc.

Debemos tener en cuenta que lo que está en peligro no es la Tierra: es la humanidad, y para que ella no desaparezca antes de tiempo, la generación de líderes que debe actuar es la que hoy gobierna. El momento de evitar la tragedia es ahora, no habrá otro momento.

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