La CELAC, Una Sala De Fiesta Mal Reputada

Desde su alumbramiento, hace más de 11 años, la CELAC nació como un instrumento político de Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, de grandes promesas y pocos resultados. Sin una sede fija, sin presupuesto anual, sin metas, ni resultados tangibles, más allá de brindar respaldo y resguardo a los autoritarismos de turno. El reto de la CELAC fue siempre convertirse en un organismo hemisférico serio, con principios y valores que estén por encima de las ideologías de turno y que abran paso a una mayor integración con integridad.

Sin embargo, para nadie es un secreto que los dos dictadores que la crearon tenían en mente un organismo puramente latinoamericano sin la presencia de Estados Unidos, por la manera que se organizó la VII Cumbre de la Celac en Buenos Aires, Argentina, hace escasamente una semana, parece que esa aspiración dejo de ser imprescindible para su existencia ya que hasta un representante del gobierno norteamericano asistió al evento.
La CELAC se autodefine como un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política, en el que participan los 33 países de América Latina y el Caribe. Sin embargo, la CELAC no es un proceso de integración, como el Mercosur, ni tampoco un organismo internacional, como la Organización de Estados Americanos (OEA): es sólo un intento frustrado de concertación de políticas entre todos los países de América Latina y el Caribe.
La cumbre recién terminada evidencio la crisis por la que atraviesa America del Sur, así mismo resalto la grieta entre las izquierdas y estas y la derecha de la region. Los roces y encontronazos entre Bolivia y Perú, Chile y Venezuela, México y Argentina, Nicaragua y Colombia, Ecuador contra Argentina y Uruguay contra todos. Pero además Brasil es una crisis en si misma; a Lula lo detesta el 50% de la población brasileña. Esto no es sino una muestra no solo de una izquierda fracturada y confrontada entre sí y con la derecha, sino como también de una region sin norte.
En algunos casos las diferencias son coyunturales, pero en otros son diferencias irreconciliables, lo cual también se notó en la selección de los temas de la agenda; lo que quiero decir que en la CELAC hay temas tabú (derechos humanos, democracia y corrupción).
La cumbre comenzó con la ausencia de varios presidentes: Andrés Manuel López Obrador, de México, la feliz retirada de los dictadores de Nicaragua y Venezuela, Daniel Ortega tiene denuncias por crímenes de lesa Humanidad en tribunales argentinos y Nicolás Maduro, otras similares ante la Corte Penal Internacional. Pero conto con la reincorporación de Brasil como miembro pleno de la organización y cuyo presidente, Lula da Silva aprovechó el evento para defender al régimen de Venezuela y cuestionar el embargo contra Cuba. Los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad desaparecieron del ataque negacionista del nuevo Presidente de Brasil y líder del Partido de los Trabajadores.
Los resultados son bastantes pintorescos y van desde la creación, entre Brasil y Argentina, de una nueva moneda solidaria denominada SUR, que se utilizaría para el intercambio comercial bilateral. Sueño integracionista recurrente, que no luce muy fácil de materializar, especialmente cuando Argentina reportó el año pasado la segunda inflación más alta de las Américas solo superada por Venezuela, hasta la aprobación de una Declaración Conjunta que solo contiene 111 puntos, todos ellos dentro del marco de la expresión de deseos y no de planes concretos realizables. Tampoco había mucho que esperar. Pero eso si, no falto el párrafo de petición de más dinero de la comunidad internacional para America Latina, podía faltar el respeto a los derechos humanos, pero eso no, definitivamente.
Bueno ese era el objetivo, que los presidentes regresaran a sus capitales felices por haber aprobado, por unanimidad, una descafeinada declaración, sin que afecte a ningún gobernante. Y de paso Argentina se quitaba de encima ese muerto de la CELAC entregándole la presidencia pro-tempore a Ralph Gonsalvespresidente de la isla de San Vicente y Granadinas, quien fue electo por consenso y quien tendrá la misma función que Argentina: no hacer nada durante su periodo. Lo bueno es que todos salieron felices y contentos.

Si alguien me preguntara: ¿QUE PIENSA UD SOBRE LO QUE SUCEDIÓ EN LA CUMBRE PRESIDENCIAL DE LA CELAC?, respondería de la siguiente manera: Esta ha sido una Cumbre omisa y sumisa. Omisa porque fue callada ante la grave y sistemática persecución política que existe en nuestra region, la inestabilidad política, la enorme desigualdad, el deterioro democrático de la region y Omisa ante los crímenes de lesa humanidad en Nicaragua, Cuba y Venezuela. Para la narrativa de la CELAC los autócratas son víctimas y no victimarios, los perseguidores son perseguidos y las palomas les disparan a los fusiles y a las pistolas.

Como dijo un filosofo popular: EL SUEÑO CONTINUA

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