El regreso de un aspirante

El expresidente Donald Trump volvió a Washington, no para gobernar, sino para sugerir que se volverá a postular a la presidencia de Estados Unidos; indicando: “La historia está lejos de haber concluido y nos preparamos para un regreso increíble; no tenemos otra opción”, dijo el exmandatario.

El expresidente repitió, vigorosamente, en sus declaraciones que él sí gano las elecciones de 2020, lo que en su momento provocó la insurrección en el Capitolio el 6 de enero de 2021. Y de paso dejó abierta la posibilidad de regresar a la escena política en las elecciones presidenciales de 2024.

Siempre alardeando de la exitosa gestión que el supone que realizo cuando fue presidente de Estados Unidos. Una de las cosas que me impactaron fue el discurso que ofreció en el America First Policy Institute, una de las instituciones más importantes de la creciente red de centros de estudios y lobbies destinadas a reforzar el mensaje nacionalista de Trump en la capital estadounidense, y en donde hizo estos señalamientos:

-“Me presenté una primera vez y gané. Después me presenté una segunda vez y me fue mucho mejor. Tuve muchos millones más de votos. Tal vez lo tengamos que hacer de nuevo”, fundamentando su discurso, en la actual situación del país, con niveles de criminalidad descontrolados, que en su opinión, hacen necesario el regreso de los republicanos al poder. Tengo la personal sensación de que la criminalidad descontrolada no se debe a que el haya dejado de ser Presidente de este país.

Durante más de hora y media, retomó sus temas, en particular la lucha contra la inmigración y la criminalidad, sin dejar de atacar a su sucesor, Joe Biden, al que acusa de haber “puesto a Estados Unidos de rodillas”. Así mismo, no reconoció la victoria de Joe Biden y se mantuvo en su posición como ganador, perpetuando dudas desestimadas ya por el Tribunal Supremo y que el 6 de enero de 2021 llevaron a sus partidarios a asaltar el Capitolio cuando se estaban certificando los resultados electorales; unos hechos por los que el expresidente está siendo investigado.

Vale señalar que el histrionismo mostrado en su discurso podría ser una señal preocupante para el futuro.

Su reaparición pública se produce en momentos en que los escenarios políticos tanto interno como internacional se encuentran un poco complicados a nivel interno, el incremento de los precios de la economía, lo cual no es achacable a malos manejos por parte de la administración BIDEN, sino que se debe a una mezcla de varios componentes que han disparado la inflación a niveles no vistos en décadas; entre otros se pueden mencionar: los estímulos económicos por la pandemia, los atascos en las cadenas de suministros por las restricciones de China y la invasión rusa a Ucrania. Estados Unidos es el país más global de la tierra y en consecuencia el efecto mariposa se hace sentir más rápidamente que en otras regiones del mundo.

Para atajar este indeseado efecto, se ha recurrido al manual de economía que recomienda subir los tipos de interés, mientras que la desconfianza ronda las oficinas de los inversores.

Desde el punto de vista político, la creación, en la cámara de representantes, de un comité para investigar los lamentables sucesos que ocurrieron el 6 de enero de 2021, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, de mayoría conservadora, de revocar el caso Roe contra Wade (1973), en lo tocante a la posibilidad de acceder a un aborto legal, lo cual podría impactar seriamente, la gobernabilidad del país. Así mismo la laxitud con que se viene manejando el tema del armamentismo en el país, que incide enormemente en la seguridad ciudadana, cuyo origen histórico político data de hace más de 200 años.

A nivel internacional se encuentra la guerra de Rusia contra Ucrania cuyo liderazgo defensivo lo lleva Estados Unidos, las relaciones con China y en general la problemática Asia-Pacifico, las aspiraciones iranís de convertirse en una potencia nuclear, por solo nombrar unos cuantos.

Este regreso complica el escenario interno republicano porque si bien es cierto que el candidato más popular que tienen es el expresidente Trump, también lo es que el exvicepresidente Pence, así como el gobernador de Florida señor De Santis también aspiran y ambos tienen pocas diferencias políticas con el expresidente, pero, siempre hay un pero, al final es la sociedad la que decidirá cual rumbo tomar.

Estados Unidos tiene uno de los sistemas electorales más consolidados alrededor del mundo, donde buena parte de su correcto funcionamiento recae en la confianza con la que los actores políticos invisten a los procesos y fallos de sus instituciones. Pero cuando el entonces presidente Donald Trump se rehúsa a reconocer los resultados electorales pone en entredicho su solidez, fiabilidad y vigencia.

ESPERAREMOS Y VEREMOS, NO NOS QUEDA DE OTRA.

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