La descripción que el presidente Andrés Manuel López Obrador realiza de México cuando habla de los indicadores de bienestar de la población no coincide con lo que se vive en el día con día, ni con lo que señalan los especialistas, ni con lo que se publica en los medios de comunicación.
En su cuarto informe de gobierno, AMLO proporcionó “sus datos” que van mucho más allá de la simple mentira. Niegan la existencia de una realidad independiente que puede ser verificable.
Estamos frente a lo que Moisés Naím define en “La revancha de los poderosos” como una nueva casta de políticos ávidos de poder; líderes nada convencionales que vieron el declive del poder tradicional y comprendieron que una estrategia radicalmente nueva podía ofrecer oportunidades inexploradas; son quienes ejecutan la maldad política a través de tres herramientas: la polarización, la posverdad y el populismo.
Son líderes elegidos de forma democrática, pero propensos al autoritarismo. Consolidan su poder y ocultan su plan autocrático detrás de un muro de secretismo, confusión burocrática, subterfugios seudolegales, manipulación de la información y represión de los críticos y adversarios.
Así es AMLO.
El principal objetivo de la posverdad no es que se acepten las mentiras como verdades, sino enturbiar la información hasta hacer que sea difícil distinguir la diferencia entre la verdad y la falsedad. Los datos se manipulan para presentarlos de la manera que convenga para mantener el poder, incrementar la popularidad y generar la polarización.
En su cuarto informe Andrés Manuel habló de México como si fuera el Shangri-La o la isla llamada Utopía, referencias cinematográficas de sociedades en donde sus habitantes no conocían la violencia ni la agresividad, eran felices y no envejecían; todos eran buenos, vivían en una comunidad amorosa. Eran ciudades perfectas, libres de delincuencia, robos, asesinatos, entre otros crímenes, porque no había dinero. En el imaginario de AMLO, estamos muy cerca de tener esto en México, sólo se necesita acabar con el conservadurismo y con los neo liberales.
En la verdadera realidad de la 4T no se ha podido controlar la inflación, vamos en 8.62 por ciento, casi el triple de la tasa objetivo de Banxico, la más alta en 21 años. Los precios de la canasta básica han aumentado casi un 15 por ciento. El gas tiene un incremento del 22 por ciento y la luz ha subido un 11.8 por ciento.
Hay 31.8 millones de personas en la informalidad laboral, sin prestaciones ni seguridad social. Tampoco se ha reducido el número de pobres, el 43.9 por ciento de la población mexicana vive en situación de pobreza, proporción mayor al 41.9 por ciento del 2018. La CEPAL estima un aumento de hasta 2.5 millones más de pobres en el país, derivado del incremento inflacionario.
Tampoco los abrazos han funcionado. Al cierre de 2021, la tasa de homicidios en México fue de 28 por cada 100 mil habitantes. Esta cifra supone un leve descenso respecto a años anteriores, el máximo de 2018 que fue de casi 30 y es el pico histórico desde 1990. Sin embargo, la cifra es engañosa, ya que en México hay un contraste que va desde los 2.3 homicidios por 100 mil habitantes de Yucatán hasta los 108 de Zacatecas. De igual forma, hay hasta la fecha 104 mil 889 personas desaparecidas y más de 53 mil que han sido halladas en fosas clandestinas y que todavía no se han podido identificar.
Los grupos criminales retan al gobierno y el gobierno no reacciona. Según especialistas más de la mitad de los asesinatos están asociados con el crimen organizado.
La relación con Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, ha sido tensa pues Andrés Manuel ha manifestado su apoyo a los gobiernos de izquierda y ha puesto en jaque los acuerdos del Tratado de Libre Comercio.
En cuanto a sus obras emblemáticas, bajo el concepto de seguridad nacional, se han transgredido los procedimientos de licitación y han excedido el presupuesto original además de rechazar la opinión de voces expertas. El presupuesto de la refinería de Dos Bocas ya va en 20 mil millones de dólares cuando originalmente eran 8 mil y todavía no se ha terminado. El aeropuerto Felipe Ángeles no despega. Tiene 12 vuelos diarios que transportan a 94 mil 285 pasajeros cuando su capacidad es para mover a 20 millones de pasajeros al año.
En el sistema de salud continúa la falta de medicinas y ahora ante el fracaso del INSABI, hay 70 millones de personas sin el seguro popular y deberán ser atendidos por el IMSS. Además, hay desabasto de vacunas para niños lo que puede provocar brotes de enfermedades infantiles que ya estaban erradicadas.
En educación, tuvimos 520 mil estudiantes menos en el ciclo escolar 2021-2022, manteniendo por segundo año la contracción de la matrícula y no hay una estrategia de recuperación ni de estudiantes ni de aprendizajes perdidos.
El 40 por ciento de las detenciones en la frontera son de mexicanos que ante la falta de empleo deciden irse; se tienen mil embarazos de adolescentes al día lo cual refleja desatención social; la obscuridad en el proceso de resolución de los jóvenes de Ayotzinapa…y contando entre otras muchas situaciones que muestran la verdad de las mentiras de AMLO.
No obstante, la popularidad del presidente no baja del 60 por ciento, su discurso de la posverdad le funciona. La gente, alguna, prefiere creerle.