Entre los 125 municipios de Chiapas, está Chanal, ubicado al centro de este estado del sur de México. Su territorio es principalmente montañoso y tiene una población de 13 mil 678 habitantes, con una proporción casi igual entre hombres y mujeres.
Algunos datos de la población: el 48 por ciento es menor de 14 años; el 70 por ciento no habla español y 12 mil personas, es decir, el 87 por ciento, habla al menos una lengua indígena entre el Tseltal, Tsotsil y Zoque, subgrupos dentro de la familia lingüística maya.
Todos son pobres, el 68 por ciento de sus habitantes vive en pobreza extrema, y el 31 por ciento en pobreza moderada. Las principales carencias sociales se relacionan al acceso a los servicios básicos en la vivienda, a la seguridad social y por la calidad y espacios de la vivienda.
La principal actividad que realizan los pobladores tiene que ver con la agricultura y el cultivo del maíz o frijol; también hay trabajo en la construcción y comercio; sólo 0.27 por ciento de las viviendas tiene acceso a Internet, el 0.73 ciento dispone de computadora, y el 52 por ciento tiene celular. En educación, el 42 por ciento tiene primaria, el 33 por ciento secundaria y el 19 por ciento, bachillerato general. El 22.4 por ciento es la tasa de analfabetismo y del total de la población analfabeta, el 37 por ciento son hombres y el 63 por ciento mujeres.
El 17 por ciento de las viviendas tienen a mujeres como jefas de hogar y el 83 por ciento con hombres como jefes de hogar.
Es un entorno lleno de carencias y predominantemente masculino.
Las principales fiestas del pueblo son religiosas, la de la Virgen de la Candelaria, San Pedro Mártir, San Antonio y San Juan Bautista, pero también tienen los festejos patrios en septiembre y noviembre por la independencia y revolución mexicana respectivamente.
Dentro de los festejos por la Independencia de México, se organiza desde hace décadas una carrera de caballos, actividad en la que solo participan los hombres de acuerdo con los usos y costumbres de la comunidad.
En la carrera de este año, realizada en terracería y lodo, participó Sandra de 13 años quien, para sorpresa de todos, ganó a los 14 competidores. En pantalones de mezclilla y guaraches, montó a Gringo, el caballo de su papá, se llevó el primer lugar y obtuvo dos mil quinientos pesos de premio. Sandra se atrevió a romper las reglas que rigen al municipio demostrando que el ser mujer no es limitante.
Su mamá señaló que desde niña a Sandra le gustaba acompañar a su papá por la leña y todo lo hacía a caballo.
“Yo le pregunté (a su papá) voy a montar a caballo… móntate al Gringo, yo lo monté…me sentí feliz, están contentos mi papá y mi mamá” señaló Sandra quien también piensa participar en la carrera del festejo de la revolución en noviembre próximo.
Aunque Chanal vive en condiciones adversas, hay conciencia y conocimiento de la inequidad de género. Una de las habitantes dijo: “está bien, es una mujer valorada por el Chanal… está bien que se ganó, es inteligente para montar el caballo”; otra dijo: “estaría muy bien así, que haya equidad de género, sí en cuanto a las mujeres, para bienestar del pueblo… para que vayan conociendo las mujeres que también tenemos nuestros valores”.
El presidente municipal expresó que todos estaban muy sorprendidos al ver a una niña jinete, “ya es historia en el municipio de Chanal…las mujeres sí pueden (hacer cosas), opinan mejor que nosotros, se concentran mejor en tomar decisiones”.
Sandra se sentía segura de lo que sabía hacer, tuvo el apoyo de su familia y ejecutó su decisión; no le importó que fueran solo hombres los participantes y que nunca habían tenido a mujeres como jinetes. Lo hizo. Seguramente será inspiración para muchas otras mujeres y ella tendrá más seguridad para emprender otras cosas.
En esta historia, no deja de ser triste que “la noticia” sea un tema relacionado con la participación tan limitada para la mujer en algunos espacios. De igual manera, comprobar que los usos y costumbres de algunos pueblos mexicanos sigan violentando a la mujer.
Como dijo un adolescente: “a ustedes (las mujeres) les cuesta más trabajo todo, ¿verdad?”
Chanal es una palabra Tzeltal que significa “sabio que enseña”, nunca es tarde para cambiar.