La revitalización del partido

¿Cómo el partido podrá lograr el impacto que los apristas y el país busca con su inscripción ante el JNE? 

El impacto de la Inscripción en la interna posee la fuerza capaz de relanzar al Partido, y al externo ir restañando las gloriosas y admiradas tradiciones de nuestra organización y disciplina. 

Se podrán resolver todas las diferencias internas, poco tiempo después de la Inscripción, que debe asegurarse, cuyo plazo vence la primera semana de setiembre, ante el JNE. No se ve otra alternativa. 

Sino hay Inscripción, el daño será mayor e irreparable a cuando perdimos hace algunos años, este requisito formal. Los problemas internos crecerán, la expansión y fortalecimiento, de la organización, que lidere el cambio, en el país, no encontrarán asidero. Estas anticipaciones son cruciales en los próximos años, en relación con las críticas y augurios en contra del proceso seguido. 

PARTICIPAMOS DE UNA NUEVA ETAPA DE LA VIDA DEL PARTIDO, Y DE LA POLÍTICA DEL PAÍS que nos reclama sacrificios, que son, por cierto, más soportables y posibles de vencer, a las que protagonizó el Partido como ningún otro durante las décadas, de los años 20,30,40,50, 60, 70 … de persecución, cárcel, martirio, y de otras siniestras acciones y planes, de dictaduras, grupos de poder económico y de poder ideológico, que, de igual modo, propagaron de desánimos y sembraron dificultades sin fin, con el objetivo de dividirnos, reducirnos y acabar con el Partido. El Partido pudo vencer, y ganar consistencia histórica y los militantes madurez en la complejidad y magnitud de nuestra organización.

Muchos preveíamos medidas, que evitaran los problemas internos, como el Congreso del Partido -que deberá reformar los estatutos los planes y acciones consiguientes- se alegaron oportunidad o se ignoró. Y otras acciones para fortalecer los comités, que no se desarrollaron o carecieron de sostenibilidad, la participación de la juventud y nuevos liderazgos.

Ese tiempo es de autocrítica y de balance, de control de daños, asimismo -también lo es- de rescatar lo concreto y positivo que se ha avanzado. La verdad todo esto está lejos de ser perfecto, PERO CUÁL ES EL OTRO CAMINO.

Lo avanzado se debe consolidar y dar paso a corregir errores, resolver defectos. Cumplir la próxima tarea, que impone la dinámica de la democracia interna del Partido, de multiplicar los comités y, los 45,000 firmas, de los requisitos básicos puestos por la ley. Pero, además, vencer los retos -solo organizados y unitarios podemos- incluso de la ley de organizaciones políticas, de la competencia electoral, la debacle económica, social, laboral y el deterioro del sistema democrático del país. 

Debemos hacer un acto de fe, deponer todas las diferencias, que lo obstruyan e impidan, en nueva etapa, que no caben faccionalismos ni caudillismos, para liberar la fuerza moral del aprismo histórico, que forjó el compañero Víctor Raúl, sus mártires y el pueblo aprista.

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