La peor incertidumbre

¿Qué dice el Consejo Nacional de Trabajo? El gobierno no tiene previsto el incremento de la RMV según declaración del ministro de economía, en contrario al ofrecimiento en el mensaje del gobierno al Congreso en julio último. 

Tampoco después se han barajaron otras medidas laborales, como elevar las Asignaciones Familiares. U otorgar bonos, planteados ya por algunas organizaciones. Ni medios para extender y dinamizar la negociación colectiva. 

Sin embargo, debería esperarse y reclamar del gobierno, soluciones que ya no serían tan inmediatas o planteamientos concretos, en función a los tratos de apoyo de algunos centrales dados durante la última campaña electoral al presidente Pedro Castillo.

A diferencia, los sindicalistas apristas plantearon un Pacto por los Derechos Laborales a los candidatos presidenciales, que participaron en la campaña electoral. 

Lo más importante, es ahora que, no se siga prolongando esta situación, ¡ya más de un mes! Sin sentido social, con un Congreso anuente al Voto de Investidura del Consejo de ministro incluido Maravi, el ministro de Trabajo. Parecida actitud a posteriores exposiciones sobre el presupuesto general, la situación fiscal, y todo lo relativo a la economía. Incluso sobre la solidaridad aún sin rotundidad a la agresión misógina del ministro Bellido a su Vice Presidenta Patricia Chirinos.

“Según dijo -el PCM- el objetivo es asegurar la estabilidad económica que acelere la recuperación de la economía, el empleo y los salarios, y nos permita un reparto más justo de los recursos disponibles”

Nada efectivo hasta la fecha ni la protesta ni el reclamo como lo exigen reveladores indicadores de creciente empleo informal-más del 80% – o el precario y el subempleo más de la mitad del empleo formal existente. A pesar que los salarios son la única fuente de subsistencia de los trabajadores, que, además, estimula el consumo, que requiere la reactivación económica, sostiene y eleva la productividad que permitirá salir de esta desatendida crisis económica. 

La pérdida galopante de poder adquisitivo de los salarios con el alza de los precios de productos de primera necesidad que no era sorpresiva ni desconocida.

Nada impide, al Consejo Nacional a participar y no como se ha dicho, sin explicación y justificación, que vincula a gobierno trabajadores y empleadores- a trabajar propuestas de solución, por ejemplo, al amparo del Convenio No. 131 de 1970 sobre salarios mínimos. Lo ha hecho ya durante más de dos años, habida cuenta, de ser este un salario de “equidad social” y de referencia a los otros niveles remunerativos respecto al actual e irrisorio ingreso medio, en el país. Es reconocida la importancia que tiene para la reducción de la pobreza y la desigualdad. 

En paralelo a su vez se debe debatir y acordar la reforma del CNT, pero no es justificable que ahora no formulen propuestas de solución resarcitorias y compensatorias, fijar estrategias con objetivos y metas, porque aquí la incertidumbre se ensombrece más y ahonda.

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