Las cuatro vocaciones

Si la elección de la carrera de vida siempre ha sido difícil, ahora con tantas opciones profesionales la vuelve más complicada. La pandemia puso de moda especializaciones como el comercio electrónico, psicología, medicina de investigación, sistemas operativos o logísticos en línea, diseño instruccional en línea y otras más relacionadas principalmente con la tecnología, automatización y procesos digitales. Según la revista Forbes, se espera que estas carreras crezcan un 15 por ciento como respuesta a las empresas que buscan personal en estas áreas.

Pero también hay otras novedades, con perfiles específicos, como especialista en motores de búsqueda, mentor profesional, ciberseguridad, arte digital, desarrolladores de contenido o hasta influencer, youtuber, instagramer, tiktoqueros que se relacionan con el uso de redes sociales vigentes.

Cuando la preparatoria está a punto de terminar muchos jóvenes se preguntan: ¿Y ahora qué hago?, ¿qué quiero?, ¿qué me gusta?, ¿qué carrera estudio?, ¿cómo sé si no me voy a arrepentir?, ¿y si no encuentro trabajo? Lo que no saben, es que estas preguntas también se realizan al terminar la carrera profesional y posiblemente siempre.

Es un proceso natural de vida y que comienza a temprana edad a efecto de iniciar la preparación académica. Es de mucha utilidad, en la adolescencia, buscar orientación en la escuela, pedir información en las universidades y dialogar con profesionales que ejerzan las carreras en las que se tiene más interés.

Así mismo, visualizar el futuro, preguntarse qué se quiere hacer en la edad adulta e imaginarse haciendo esa actividad en los siguientes años; y visitar empresas o laboratorios académicos para ver la práctica de la profesión.

Algunos criterios que pueden ayudar en la decisión son analizar la vigencia de la carrera, el nivel de especialización requerido, la actualización que demandará y la relación con el mercado de trabajo.

Pero quizás lo más importante es pensar si vamos a ser felices dedicándonos a ello el resto de nuestra vida y si tenemos las habilidades para eso que queremos.

Ante tantas opciones de estudio las universidades están optando por periodos de materias afines a varias carreras para dar tiempo de análisis en la elección. Además, los jóvenes de hoy están ávidos de probar diferentes áreas y tener experiencias diversas antes de llegar a una estabilidad laboral. Es válido y a veces necesario que esto suceda hasta descubrir con qué vibramos, qué nos satisface y qué nos mueve a seguir profundizando en esa actividad.

Los estudios profesionales desarrollan habilidades y competencias, nos permiten madurar, aprender a pensar y a desarrollar el pensamiento crítico y a conocer la práctica relacionada. Y sí, a veces pasan años para darse cuenta de que lo estudiado no es nuestra pasión y es momento de emprender otra búsqueda. Pero nada es en vano, todo es aprendizaje.

Lo importante es prepararse y adquirir las habilidades relacionadas para tener el conocimiento requerido. Considerar cuando es posible el estudio en el extranjero, los empleos temporales y cursar materias optativas en diferentes áreas del conocimiento. Todo esto equivale a conocer otros horizontes de vida.

En una ocasión me tocó escuchar a Vargas Llosa en un diálogo con estudiantes en el que hubo un chico que le preguntó si recomendaría estudiar la carrera de letras, asumiendo una baja rentabilidad económica. El escritor señaló que por presión familiar estudió la carrera de contador público cuando en realidad él quería escribir. Comentó que ser contador le permitió dar estabilidad económica a su familia hasta que decidió incursionar en las letras y seguir su vocación años después.

En lo personal, creo que en la vida tenemos cuatro decisiones vocacionales: la que nos imaginamos de niños, la que estudiamos, la que ejercemos y la que tenemos en la etapa de adultos mayores. A veces están bien alineadas y en otras, son totalmente diferentes. Siempre, estamos en la búsqueda de lo que nos hace sentir plenos.

El camino puede ser incómodo y preocupante, pero es cuestión de enfoques, si se ve como aprendizaje y como estrategia para establecer capital relacional, es de mucha utilidad y puede ser muy divertido.

Dos elementos indispensables en cualquier momento de la vida: la educación y la ética. El trabajo siempre es digno cuando se ejerce con honestidad.

La fórmula de las P ‘s ayuda: buscar la Pasión, Probar y asegurar Plenitud.

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