El racismo en América Latina 

Para facilitar la comprensión del tema sobre el cual escribo, es importante comenzar por la definición de discriminación. La discriminación es un trato desfavorable o de inferioridad hacia una o grupo de personas que se da, por motivos de raza, genero, ideas políticas, posición económica, religión etc. Su origen se encuentra en la falsa creencia de que las «razas» existen, y de que algunas de ellas tienen más valía, capacidades, calidad moral o aptitudes que el resto, no obstante que la ciencia ha probado la inexistencia de diferencias físicas entre las personas.

En América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de indígenas divididos en unos 400 grupos étnicos, cada uno de los cuales tiene su idioma, su organización social, su cosmovisión, su sistema económico y modelo de producción acorde con su ecosistema. Cinco países agrupan casi el 90% de la población indígena regional: Perú (27%), México (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y Ecuador (8%).

Mientras que la población negra y mestiza afrolatina y afrocaribeña en la región alcanza unos 150 millones de personas, es decir que representan alrededor del 30% de la población total de la región. Se ubican principalmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y Venezuela (10%). No obstante es importante señalar que tras siglos de exclusión y dominación, los pueblos indígenas, afrolatinos y afrocaribeños presentan los peores indicadores económicos y sociales y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias decisorias.

Además de la discriminación étnica y racial, también están los sentimientos xenófobos en los países de la región, sobre todo si se trata de personas no blancas que migran desde países caracterizados por una mayor densidad de población indígena, afrolatina o afrocaribeña.

Lo anterior describe exactamente lo que significa, en la region latinoamericana, la discriminación en su más amplio sentido. Pero también indica que no existe latinoamericano de origen ario.

En algunos países de la region como en Venezuela se siente menos discriminación que en otros. Por ejemplo en Venezuela se dice que los venezolanos son el resultado de un crisol de razas: el blanco, el indio y el negro, las cuales se mezclaron a tal punto que en la gastronomía venezolana existen platos que reflejan claramente al aporte de cada una de ellas. Por ejemplo en lenguaje coloquial se dice que “EL VENEZOLANO QUE NO LANZA FLECHA TOCA TAMBOR”. Lo cual es cierto, aun cuando contamos con el menos porcentaje de población negra indígena y mestiza de la region. Sin embargo la discriminación existe, es silenciosa y más dañina.

Según un informe del Banco Mundial publicado en 2020, los afrodescendientes en América Latina tienen 2,5 más probabilidades de vivir en pobreza crónica que los blancos o mestizos. Además tienen menos años de escolarización de media, mayores índices de desempleo y menos representación en cargos de toma de decisiones, tanto públicos como privados, algo que la organización atribuye a una discriminación estructural.

Por otro lado es importante indicar que protestas interraciales en Estados Unidos están sirviendo para visibilizar el problema del racismo y la discriminación racial en países de América Latina, especialmente Perú, México, Guatemala, Bolivia, y Ecuador y Chile con importante componente poblacional indígena y en Brasil, Colombia y Venezuela tres de las naciones con mayor población negra, mestiza afrolatina y afrocaribeña y donde abundan episodios que reflejan la brutalidad contra jóvenes negros.

Desde Centroamérica hasta los Andes y desde los Andes hasta los más austral de la region latinoamericana se practica el racismo y la discriminación, a pesar de que en la gran mayoría de las constituciones de los países no se menciona la palabra raza, utilizando la lógica de que la inclusión del término raza en sus cartas magnas, incluso para luchar contra las ‘discriminaciones raciales’, legitimaría la noción, el concepto mismo de la raza.

Algunos países de la region como Brasil, Colombia, Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela- sí prohíben expresamente en sus constituciones la discriminación por motivos de raza. En muchos casos, esas cláusulas fueron introducidas precisamente como un esfuerzo consciente para luchar contra el racismo, precisamente lo que se quiere lograr eliminando la palabra.

Además, todos los países latinoamericanos suscribieron la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y hasta el momento, 11 también han hecho lo propio con la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia.

Lo que no significa, sin embargo, que la region no tenga otros grandes contenciosos pendientes en la lucha contra el racismo. Más allá de lo que dicen los marcos legales, y de si estos utilizan la palabra “raza” o no, el racismo es una realidad cotidiana de América Latina.

Un caso emblemático y actual es el de México, en su constitución, si bien no incluye el término “raza” en su artículo 1, prohíbe “toda discriminación motivada por origen étnico, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Pero es uno de los países que mas discrimina en la region.

El racismo en México, a diferencia de Estados Unidos, es un problema latente pero tan arraigado a la cultura del mexicano que pasa casi desapercibido; es tan así que existe una organización, la fundación Pigmentocracia, un organismo enfocado en “transformar la actual narrativa e imagen de la piel morena en México”. 

En gran medida los actos de racismo ocurren cuando una persona que no tiene las características físicas de las elites, se “cuela” en esos círculos, como en el caso de Yalitza Aparicio. 

Yalitza Aparicio, es una de las actrices con mayor influencia en los últimos años. Con un solo título en su carrera, ha sido ganadora de un premio OSCAR, logrando más que muchos de los actores que llevan años en la industria del cine mexicano. Pero mientras que en el extranjero fue alabada por su actuación en la película Roma cerca del 80% de las personas en su país natal solo encontró discriminación y ofensas. Una estrella de piel morena en el México racista y clasista.

Los indígenas son uno de los grupos más discriminados en México y Yalitza Aparicio fue víctima de lado terrible de sus compatriotas tras el éxito de Roma. La actriz apareció en las portadas de las más importantes revistas internacionales y nacionales, sin embargo su éxito mundial despertó la vena más hostil de cientos de miles de mexicanos que todavía cargan con los prejuicios que absorbieron desde la infancia.

Los insultos hacia Yalitza fueron innumerables y penosos, lo siguen siendo, demostrando el racismo puro que se vive en México y que tanto cuesta eliminar.  

Pareciera que una mujer indígena no es una digna representante de un país. Mientras su presidente Manuel López Obrador se desgasta pidiéndole al Reino España que se disculpe con México por el hecho de la conquista, permite que problemas como la discriminación y el racismo tomen cada vez mas fuerza en el país.

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