Responsabilidad en el sexo

Según la definición, de la palabra sexo sería una variable genética y biológica que divide a las personas en hombre y mujer según sus genitales.
Quiero enfocarme en la juventud, porque ellos han cambiado rotundamente este concepto.
Diría, que el sexo es lo más natural y digno de la pareja siempre y cuando se lleve a cabo con mucho amor, responsabilidad y no desvirtuarlo de lo que naturalmente es.
Los jóvenes de ahora, están muy avanzados y se enorgullecen en decir a los cuatro vientos todo lo que hacen e inventan. La mayoría de los chicos, tienen sus relaciones sexuales, solo por el placer de la curiosidad. Antes, el sexo se relacionaba con el amor, en una relación “seria” y a su tiempo.
Ahora, si te das cuenta, estos jóvenes comienzan su vida erótica, muy temprano, y lo hacen porque le gusto el vecino, la vecina o los de su clase. Mi concepto a esto es, que lo hacen por ignorancia. Si, por ignorancia, porque sus padres o tutores no les hablan del sexo a tiempo. En esta situación, y al cometer errores, no toda la culpa es de los chicos.
Antes, los jóvenes se iniciaban con “trabajadoras sexuales”, ahora es muy común hacerlo con sus compañeras de clase, con sus amigas o sus noviecitas.
Esto ocurre entre los 12 y 14 años, y no necesariamente es el amor que los une. Como ya lo dije anteriormente, es por pura curiosidad.
La “primera vez”, el primer encuentro sexual consentido y no consentido, suele tener un gran impacto en la vida emocional de los jóvenes, aunque también puede acarrear consecuencias graves si no se emplean medidas de protección adecuadas para evitar embarazos no deseados, o enfermedades de transmisión sexual.
Sin obviar, además, el mantener una relación muy pronto, pueden marcar la salud sexual futura. En muchos casos, las niñas, sufren en solitario un embarazo sin decirlo a sus padres, por el temor a un castigo.
Como consecuencia de todo esto, surge en ellos un gran impacto emocional. Sufren de nervios, ansiedad, preocupación e incertidumbre, por el resultado de su “primera vez”. Esto, es lo más factible en estos casos. Además, niñas jugando a ser madres sin experiencia, sin saber qué hacer con un bebe. En estos casos de adolescentes, los llamaría “prematuros”.
Es diferente la primera experiencia sexual, a su tiempo. Es un acontecimiento en la vida de una persona joven casadera, que suele ser un rito típico en el inicio del camino hacia la edad adulta.
Antes, en las épocas de nuestras abuelas, los padres sometían a sus hijas prisioneras en todos los sentidos. Hasta me atrevería decir, que las criaron prisioneras del propio cuerpo, haciendo de él, un revuelto de sexo, religión y moral.
En sus casas, jamás se hablaba de sexo. Vivían completamente en ignorancia. Les metían miedo, todo era pecado. Y, si alguna chica se salía de las reglas, era una descarriada que no tenía solución. Como ven, en esas épocas y condiciones, solo se saltaba de la “cuna” para la cama nupcial.
Además, los padres construían a sus hijas para ser amas de casa, ser una buena esposa y madre para cuando tocara el turno.
Los noviazgos se llevaban como las luciérnagas, comunicándose a través de una especie de lenguaje al estilo morse, por señas, miraditas, y cartitas.
Después, ya de novios formales, les permitían estar agarraditos de las manos. Esto, después de todo, fue hermoso y romántico para esa época.
Fue una era muy dura sí, pero buena en otro sentido, porque los criaron con buenos valores y costumbres.
Ahora, hay mucha exageración en el sexo. Lo han desvirtuado, al punto de hacer daño, en las mentes flácidas, tormentosas y diabólicas, al cometer crímenes y abusos sexuales con niños inocentes.

El sexo es bueno y placentero cuando se hace con medida moderación y, con la pareja que ames.
Para terminar, les diría a los padres que hablen con sus hijos sobre este tema. Para ellos sería muy beneficioso escuchar esta información de labios de sus progenitores.
Es importante hacerles saber que el sexo NO es un juego. Es parte de nuestra naturaleza si, pero se debe hacer con responsabilidad.

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