Qatar ha dado un salto en los últimos anos y se ha convertido en uno de los países mas ricos del mundo, invirtiendo millones de dólares para promover el turismo, y actualmente es el anfitrión de la copa mundial de futbol, que se lleva a cabo cada cuatro años.
La pasión por este deporte y adorado por casi todo el mundo, representa para millones de aficionados una manera de quitarse todas las presiones y de vivir a plenitud, 90 minutos o quizás más de alegría, de obsesión desmedida y porque no, de adrenalina pura.
Pero, no todo es color de rosa para ciertas parejas, o, mejor dicho, para la mujer que no es completamente compatible con este deporte. En estos días para muchas mujeres la pasión del futbol las tiene al borde de sacarles tarjeta roja a sus esposos.
Este es el caso de mi amiga Cecilia, a quien no le gusta este deporte, lo odia porque su esposo es un fanático que no se pierde un juego, sea de quien sea, no solo los del mundial, sino todos los juegos habidos y por haber.
Y es que para muchas mujeres que no están en esta onda futbolera, para ellas es incomprensible entender como su pareja puede estar todos los días sentado viendo partidos de futbol del mundial.
Y según algunas esposas, dicen que como si fuera poco, el marido se dedica a ver las repeticiones de los goles una y otra vez, que lo peor es que no se les puede hablar, se ponen como en un estado de trance sin que nada ni nadie importe a su alrededor. El mundo que los rodea desaparece para ellos.
Por este deporte, muchas mujeres estarían a punto de darles tarjeta roja a sus maridos o novios. Mi amiga dice, que son muchas las mujeres que aseguran, que el hombre las descuida en la intimidad frente a la magia de la televisión para apreciar los partidos de futbol y no a ellas. Cualquier excusa es buena para que ellos huyan de las mujeres, por supuesto, no sexo.
Cuando gana su equipo salen a festejar, y cuando pierden se acuestan a dormir.
No podemos negar que durante el mundial es totalmente cierto que toda la atención del hombre se coloca en el seleccionado de su país o del equipo de su preferencia; además su mente no solo se centra en observar los partidos, sino que, en el programa previo, el festejo, o los comentarios tras la victoria o la derrota.
Para ellos, su pasión es el futbol. Finalmente existe una explicación del porque es imposible alejar al marido de la TV cuando hay juegos.
Investigaciones han descubierto que cuando ven un partido de futbol, el cerebro de los hombres fanáticos, segrega testosterona a niveles muy altos, incluso si su equipo pierde. Estos incrementos son similares a los asociados con la estimulación sexual.
También aseguran, que además de la testosterona, el cuerpo secreta cortisol, la hormona del estrés que podría indicar que los fanáticos se ven socialmente amenazados si su equipo gana.
Y aunque las mujeres no nos quedamos atrás. Para las fans del deporte la reacción es similar, pero podemos manejar mejor nuestras emociones y tiempo.
Ante esta situación se requiere de la tolerancia en las parejas, reiterando a las damas buscar un momento apropiado para buscar el acercamiento.
Durante los partidos de futbol no se recomienda hacer un balance respecto a la situación de la relación, o las diferencias entre ambos.
Tal vez en lugar de quejarnos de una situación que sabemos será pasajera, mejor sería aprovechar ese tiempo para disfrutar de actividades que no hacemos habitualmente con los esposos o con los novios.
Podemos planear en divertirnos y salir con amigas, ir de compras o al cine.
Claro que también puedes dejar tus disgustos con el futbol, unirte a su pasión y aprender a gritar GOOOL.
El amor del enamorado y el amor por el futbol pueden ser la misma cosa. O al menos tratar de comprenderlos. Los sentimientos despertados, el mecanismo de expresión entre una persona enamorada y un apasionado por el futbol simulan la misma naturaleza.
Por último, recuerda “Si no puedes con tu enemigo únete a el”