Túnez: La sequía destapa una política de desequilibrios sociales

Imagen que presenta un embalse en Túnez. EFE/Natalia Román Morte

La falta de lluvia y la disminución de la cantidad de agua en los embalses de Túnez están afectando al sector agrícola del país, lo que pone en peligro tanto el 9% del PIB como el acceso al agua potable. 

Cuatro años consecutivos de sequía han revelado un desequilibrio entre grandes y pequeños agricultores, áreas urbanas y rurales y entre el norte montañoso y el sur desértico del país. 

La compañía nacional de agua ha prohibido todas las actividades no esenciales hasta septiembre debido a la falta de agua. 

Las infraestructuras obsoletas y la falta de estrategias de gestión a largo plazo están contribuyendo al problema. 

Además, la política de Estado heredada de la colonización francesa favorece la exportación de cultivos no esenciales como los cítricos y los dátiles, que necesitan grandes cantidades de agua. 

Túnez se encuentra por debajo del umbral de pobreza hídrica fijado por la Organización Mundial de la Salud, y el 11% del agua analizada no cumple con los mínimos de salubridad.

El gobierno espera que las restricciones y las previsiones de lluvia para mayo compensen el déficit de agua.

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