Las autoridades tunecinas ordenaron este viernes el cierre de un puesto de la Feria Internacional del Libro, inaugurada en la capital, y la confiscación de una obra crítica con el presidente Kais Said, que poco antes defendió la libertad de pensamiento.
“La ministra de la cultura ha ordenado a los agentes de seguridad cerrar el puesto de la Casa del Libro y retira la venta de este libro alegando que perjudica a la seguridad pública, sin previo aviso, advertencia o permiso por escrito”, explicó el director de la editorial en las redes sociales, Habib Zoghbi, que calificó la decisión de “abusiva”.
El origen de esta medida fue la exhibición del ensayo “Frankenstein tunecino”, firmado por el escritor Kamel Riahi, y que se inspira en el terrorífico personaje de Mary Shelley para explicar cómo los tunecinos, a través de sus decepciones políticas desde el inicio de la revolución de 2011, han creado la figura del mandatario, que llegó al poder en 2019 y dos años más tarde se arrogó plenos poderes.
“Es importante liberar el pensamiento porque no podemos lograr nada con un pensamiento rígido”, declaró Said minutos antes ante la prensa local.