El bloque conformado por la derecha y la extrema derecha ganó con una ajustada mayoría las elecciones legislativas de Suecia. Luego de conocer los resultados electorales con la derrota de la izquierda gobernante, la primera ministra Magdalena Andersson presentó su dimisión a su cargo.
Con el 99,7% de los resultados electorales, la oposición consiguió ganar por tres escaños, 176 a 173. La fuerza más votada en el último siglo, los socialdemócratas, defendieron su posición con un 30,4%, dos puntos más que en 2018. Por otro lado la ultraderecha de Demócratas de Suecia (SD) consiguió el 20,6%.
Andersson ha asegurado que será una legislatura dura y complicada por la pequeña diferencia. Además, mostró su preocupación por el ascenso del SD, hecho que asegura intranquiliza a muchos suecos. En ese sentido pidió a las otras tres fuerzas de derecha ponerle límites a este partido para combatir el odio y la intolerancia.
Demócratas de Suecia (SD) fue fundado en 1988 bajo una formación neonazi. A partir de su nacimiento ha ido normalizándose en el paisaje político sueco y aumentando su representación hasta que lograron ingresar al parlamente en 2010. En estas ultimas elecciones le han arrebatado el liderazgo del bloque de derecha los conservadores.