Rusia comienza ofensiva final en el Donbás y castiga el oeste de Ucrania con bombardeos

AP/Alexei Alexandrov

El Ejército ruso inició la ofensiva final en el Donbás tres semanas después de retirarse del norte de Kiev, al tiempo que continuó la operación de castigo contra otras partes de Ucrania, como Leópolis, donde murieron siete civiles.

“Durante la noche tuvo lugar una gran ofensiva. La situación ha cambiado radicalmente”, aseguró Serhiy Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, en Telegram.

Además, tropas rusas izaron la bandera tricolor en el edificio del Ayuntamiento del puerto de Berdiansk, un nuevo paso para el tendido de un corredor terrestre entre territorio ruso y la anexionada península ucraniana de Crimea a lo largo de la costa del mar de Azov.

Los rescatistas ucranianos apagan un incendio en un centro de servicio de automóviles después del bombardeo ruso en la ciudad de Lviv, Ucrania, el 18 de abril de 2022. (EFE/EPA/MYKOLA TYS).

ASALTO FINAL EN EL DONBÁS

El reagrupamiento ruso, que incluye la llegada de unidades adicionales, está ya casi completado, según informó hoy el Ministerio de Defensa ucraniano.

Rusia parece decidida a acelerar el paso en el este del país, donde la aviación enemiga habría incrementado en un 50 % el número de ataques.

“Podemos informar de que la ofensiva ya ha comenzado”, agregó Gaidai, quien agregó poco después que “los invasores tomaron Kreminna”.

Dicha localidad, de apenas 20.000 habitantes, permitirá a los soldados rusos atacar la retaguardia de la estratégica ciudad de Severodonetsk, bastión ucraniano en Lugansk.

El objetivo del Ejército ruso es tomar Severodonetsk y Lisichansk, donde habría unos 10.000 soldados ucranianos, tras lo que podrían avanzar hacia la región de Donetsk en dirección a Sloviansk y Kramatorsk.

LOS ÚLTIMOS DE MARIÚPOL

Mientras, al menos un millar de civiles, incluido mujeres y niños, de la asediada ciudad portuaria de Mariúpol, en el mar de Azov, se han refugiado en las instalaciones de la acería de Azovstal, una antigua planta metalúrgica construida en los años 30 del siglo pasado.

Según el exministro ucraniano del Interior, Arsén Avákov, esos civiles “viven en condiciones terribles, sin medicamentos, ni alimentos, ni agua”.
El exministro denunció que los rusos “para encubrir sus crímenes, utilizan a la población civil que queda en Mariúpol para desenterrar escombros, recolectar cuerpos y cavar fosas comunes”.

LOS ASEDIADOS IMPLORAN AL PAPA

Por ello, el comandante de la 36ª Brigada de Infantería de Marina, Serhii Volyna, escribió una carta al papa Francisco en la que le pide ayuda para salvar a los ciudadanos de Mariúpol, donde permanecerían aún unas cien mil personas.

“No tengo tiempo para describir todos los horrores de lo que veo cada día. Mujeres con niños viviendo en búnkeres. Tienen frío y están hambrientos. Cada día están bajo el fuego de la aviación enemiga. Los heridos mueren cada día porque no hay medicinas, ni agua ni comida”, escribe.

El comandante añade: “Usted seguro que ha visto de todo en esta vida. Pero estoy seguro de que nunca ha visto lo que ahora está ocurriendo en Mariúpol. Por que así es el infierno sobre la Tierra”.

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