Para parar la veloz propagación de la variante ómicron del Covid-19, los británicos volvieron al teletrabajo, a la par el gobierno tiene una carrera contrarreloj para brindar el mayor número posible de vacunas de refuerzo antes de fin de año.
El ejecutivo de Boris Johnson se ha propuesto la titánica misión de haber ofrecido una tercera dosis a todos los adultos del país antes del 31 de diciembre.
Esto implica casi un millón de inyecciones diarias, para lo que se han abierto más centros de vacunación, durante más horas al día y con la ayuda del ejército.
Sin embargo, la página web del gobierno que permite pedir cita para ser vacunado se colapsó el domingo por la noche, tras un discurso a la nación de Johnson y hoy seguía con problemas.
En el mismo servicio también se informaba de que se han agotado los test de antígenos que la sanidad pública inglesa distribuye gratuitamente y que ahora deberán hacer a diario quienes sean contacto cercano de un infectado con ómicron.