El Papa Francisco afirmó que nunca se debe matar en nombre de Dios y que, en muchas partes del mundo, todavía hay muchos mártires cristianos, quienes son más numerosos en nuestro tiempo que en los primeros siglos.
En la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa hizo un llamado para que demos testimonio del Evangelio incluso en tiempos de tribulación.
Francisco citó a algunas hermanas de Misioneras de la Caridad y laicos, incluidos musulmanes, asesinados en Yemen.
Además, pidió por la cercanía y la oración para Ucrania, que sigue soportando terribles sufrimientos.
En su discurso, el Papa llamó a los mártires “semilla de paz y reconciliación entre los pueblos para un mundo más humano y fraterno”.
En definitiva, el Papa Francisco llamó a la no violencia en el nombre de Dios y al respeto por la vida humana.