En un terreno cerca de la conflictiva frontera de la Franja de Gaza, la apicultora Miassar Khoudair revisa que su abeja reina haya sobrevivido los cinco días de mortales ataques transfronterizos entre militantes palestinos y el ejército israelí.
“Las abejas mueren por los gases, los cohetes y el polvo que trae la guerra”, explica la mujer de 29 años, vestida con un traje protector blanco.
Antes del Día Mundial de las Abejas, el sábado, que busca llamar la atención sobre estos vitales polinizadores, Khoudair regresó a su colmenar a algunos cientos de metros de la frontera.
En la más reciente escalada de hostilidades entre Israel y grupos militantes de Gaza, Khoudair no pudo visitar las colmenas por el fuego de cohetes palestinos y los ataques aéreos israelíes, que destruyeron algunos apiarios.
Los combates, iniciados luego de que bombardeos israelíes mataron a militantes del grupo Yihad Islámica, a los que Israel acusa de ataques contra sus ciudadanos, dejaron 33 muertos en Gaza y dos en Israel, incluido un trabajador del enclave palestino, según médicos.
Más allá de la hierba y los árboles que rodean las colmenas, se observa en un campo vecino una bandera de la Yihad Islámica, cuyos combatientes lanzaron andanadas de cohetes hacia Israel.
Pese al peligro, las tierras de labranza fronterizas son de las pocas zonas adecuadas para la apicultura en el ambiente urbano y densamente poblado de Gaza.