La ciudad enfrenta su peor brote desde el inicio de la pandemia de coronavirus, llevando a los hospitales hongkoneses al borde de la saturación por un tsunami de nuevos contagios.
Acurrucados bajo frazadas y mantas térmicas, decenas de pacientes de edad avanzada tiemblan de frío en sus camas frente al hospital de una de las comunidades más pobres de Hong Kong, cuyo sistema sanitario lucha por combatir una oleada de Covid-19 potenciada por la variante ómicron.
“A esto le llamamos la zona de fiebre”, explica una enfermera con equipo de protección de cuerpo entero quien pidió no ser identificada.
El hospital Caritas Medical Centre del distrito Sham Shui Po comenzó este lunes a instalar carpas de aislamiento en el exterior, inicialmente con un paciente por carpa.
Pero para la noche del miércoles, familias enteras estaban amontonadas en las instalaciones mientras otros 50 pacientes languidecían en el frío de febrero en camillas delante del hospital.
“Algunos de mis colegas dicen que estamos en modo de guerra”, comentó David Chan, un enfermero de emergencia en Caritas, quien también preside la Alianza de Empleados de la Autoridad de Hospitales de Hong Kong.