Los restos de silos del puerto de Beirut, en Líbano, parte de la explosión de hace dos años que dejó más de 200 muertos, volvió a sufrir un colapso.
Justo antes que las marchas y vigilia convocada en diferentes puntos de la ciudad, el lugar se vio envuelto en una nube de polvo.
Algunos manifestantes se encontraban ya en el punto de reunión, la icónica Estatua del Emigrante, ubicada en los lindes del reciento portuario y desde la que se pueden ver las ruinas de los silos a unos cientos de metros de distancia.
Una fuente de seguridad destacada en la zona confirmó a Efe, bajo condición de anonimato, que la nube de polvo fue causada por el derrumbe de una parte de los silos, un símbolo de la tragedia que las familias de las víctimas piden preservar y la única estructura que quedó parcialmente en pie en la zona cero.
SIN JUSTICIA DOS AÑOS DESPUÉS
“Mi hijo y todas las víctimas tenían derecho a vivir y a estar seguros, es nuestro derecho saber por qué materiales explosivos fueron mal manejados y almacenados en el principal puerto de la ciudad, en un área residencial“, clamó la madre de uno de los fallecidos desde un palco colocado frente al puerto.
Las toneladas de nitrato de amonio que explotaron en Beirut llevaban años almacenadas en un almacén portuario sin medidas de seguridad y líderes como el presidente libanés, Michel Aoun, y el entonces primer ministro, Hasan Diab, han reconocido que sabían de su existencia antes de la tragedia.