La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informa que en lo que va de año, al menos 209 personas han sido ejecutadas en Irán, la mayoría por delitos relacionados con drogas.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, estima que en promedio, una decena de personas son ejecutadas cada semana, y que las cifras reales podrían ser incluso mayores debido a la falta de transparencia de las autoridades iraníes.
Además, muchas de las personas sentenciadas pertenecen a grupos étnicos y religiosos minoritarios en Irán.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos considera que la pena de muerte es de “extrema gravedad”, especialmente cuando se impone para delitos leves relacionados con drogas.
Por lo tanto, insta a las autoridades iraníes a que pongan fin a las ejecuciones y avancen hacia la abolición de la pena capital.