Majidreza Rahnavard fue procesado a puertas cerradas, en un juicio en el que se le sentenció como culpable de agredir a agentes de seguridad.
El régimen de Irán anunció este lunes la ejecución de un segundo prisionero detenido y condenado en las protestas que desafían a la teocracia iraní en todo el país, y emitió imágenes en la televisora estatal en las que supuestamente se le veía matar a dos hombres a puñaladas antes de huir. El ahorcamiento público de Majidreza Rahnavard, menos de un mes después de supuestamente matar a los dos agentes de seguridad, mostraba la velocidad a la que Irán cumplía las condenas de muerte a los detenidos en las manifestaciones que el régimen quiere sofocar.
Al menos una docena de personas han sido condenadas ya a muerte en juicios a puerta cerrada, según activistas. Al menos 488 personas han muerto desde el inicio de las protestas a mediados de septiembre, según Activistas de Derechos Humanos en Irán, un grupo que monitorea las protestas. Otras 18.200 personas han sido detenidas por las autoridades. Rahnavard habría apuñalado a dos miembros de las fuerzas de seguridad y herido a otros cuatro el 17 de noviembre, según la agencia iraní Mizan, controlada por la dictadura del país.
Imágenes emitidas en la televisora estatal mostraban a un hombre que perseguía a otro y daba la vuelta a una esquina, después se alzaba sobre él y le apuñalaba cuando el otro había caído contra una motocicleta estacionada. Otro video mostraba al mismo hombre apuñalando a otra persona a continuación. El agresor, que según la televisora estatal era Rahnavard, huía corriendo.
El reporte de Mizan identificó a los fallecidos como “estudiantes” basij, unos voluntarios paramilitares de la Guardia Revolucionaria iraní. Los basij se han desplegado en grandes ciudades, donde han atacado y detenido a manifestantes, que en muchos casos han contraatacado. El reporte de Mizan no daba motivos para el supuesto ataque de Rahnavard. Se le acusaba de intentar huir a un país extranjero cuando fue detenido.
Mashhad, una ciudad sagrada chií, se encontraba unos 740 kilómetros (460 millas) al este de la capital iraní, Teherán. La localidad ha registrado huelgas, cierres de comercios y manifestaciones, dentro de las protestas iniciadas por la muerte el 16 de septiembre de Masha Amini, una mujer de 22 años que había sido detenida por la policía iraní de la moral.
Rahnavard fue condenado en la Corte Revolucionaria de Mashhad, según Mizan. Esas cortes han recibido críticas internacionales por no permitir que los acusados elijan a sus abogados o tengan acceso a las pruebas en su contra.