Tribunales militares dictaron 65 penas de muerte “en juicios injustos” desde el golpe de Estado del 1 de febrero en Myanmar, según denuncia este miércoles la organización garante de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Las sentencias han sido impuestas en Rangún, donde la junta militar impuso desde marzo en varios municipios la ley marcial para aplacar el enorme movimiento de oposición, contra 26 personas que permanecen arrestadas y 39 condenados en rebeldía.
Bajo la ley marcial de Myanmar, hasta 23 delitos pueden ser castigados con la pena capital, entre ellas el asesinato y otros cargos designados por la junta militar, la mayoría no castigados con la muerte por los tribunales civiles.
“La junta militar de Myanmar ha añadido docenas de condenas de muerte a través de juicios atrozmente injustos a los disparos (realizados por las fuerzas de seguridad) contra las masivas manifestaciones”, señala Shayna Bauchner, investigadora para Asia de HRW.