Los líderes sindicales franceses advierten que la lucha contra la reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron continuará, independientemente de la decisión que tome el Consejo Constitucional.
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, dijo que la batalla de la opinión y el mundo laboral se ha ganado, y que la ley aún puede ser impugnada por el presidente si atiende a la fuerte oposición que genera.
“La lucha sindical está lejos de estar terminada”, afirmó Berger sobre esta duodécima jornada nacional de movilizaciones contra la reforma en Francia.
El eje principal de la reforma, y el más polémico, es el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 años actuales a 64.
La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, también hizo un llamamiento a Macron para que no promulgue la ley, ya que, de hacerlo, no podrá dirigir el país.
Los líderes sindicales se mostraron desconfiados sobre la intención de Macron de convocar a los sindicatos, ya que se habían pedido una reunión hace un mes.
Hubo incidentes al margen de la manifestación en Rennes y en la sede de LVMH en París, aunque las huelgas tuvieron un menor impacto en general.