Familiares entierran a sus muertos tras atentado contra mezquita chiita en Afganistán

Hoshang Hashimi (AFP)

Un sepulturero informó de que se habían cavado 62 tumbas tras el atentado, cuyo saldo final podría rozar el centenar de muertos.

Un gran cementerio de Kunduz, en el norte de Afganistán, acogió este sábado los funerales de las víctimas del atentado que el grupo Estado Islámico llevó a cabo la víspera contra una mezquita chiita de esa ciudad y que dejó al menos 60 fallecidos.

Un terrorista suicida del grupo Estado Islámico (EI) detonó su chaleco explosivo en la mezquita Sayed Abad, atestada por la gran oración del viernes.

Según el grupo yihadista, el atacante suicida era conocido como “Mohamed el uigur”, dando a entender que formaba parte de la minoría musulmana china, algunos de cuyos miembros se unieron al EI.

Se trata del ataque más mortífero desde que los últimos soldados estadounidenses y extranjeros abandonaron Afganistán, el 30 de agosto.

Los talibanes, que gobiernan en todo el país, se comprometieron a proteger a todas las comunidades, pero los chiitas de Kunduz han quedado traumatizados por el atentado.

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