La República de Corea destinará una inversión pública de 5.730 millones de dólares (5.375 millones de euros), si Busan resulta elegida sede de la Expo 2030, para acometer unas obras, que pasan por la remodelación de Puerto Norte, uno de los más relevantes del mundo, y la construcción de una ciudad flotante.
Para entonces, Corea del Sur prevé tener listo, en diciembre de 2019, el nuevo aeropuerto, que se localizará en Gadeok Island, a 22 kilómetros de la Exposición Mundial (Expo), en el que se invertirán 10.540 millones de dólares adicionales (9.675 millones de euros).
La Exposición Mundial de Busan se proyecta ubicar en la zona portuaria norte de Busan, cuya actividad será trasladada a otro punto de la ciudad, merced a una inversión de 5.320 millones de dólares.
Busan se prepara por tanto para acoger la Expo 2030, un evento al que también aspiran Riad (Arabia Saudi), Roma (Italia) y Odesa (Ucrania).
En noviembre se sabrá la decisión de la asamblea general de países que deciden con su voto la ubicación de este evento, explica en Busan a un grupo de periodistas españoles invitados por Samsung Hwang Hyun-Ki, responsable de la división de la exposición en el exterior, organismo dependiente de la Ciudad Metropolitana de Busan.
La República de Corea, o Corea del Sur, presentó en junio de 2021 la candidatura para de Busán, una ciudad costera y turística, ante la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE) con el fin de acoger esta exposición mundial.