Consternación y amargura en el sepelio del atleta ecuatoriano Alex Quiñónez

Su cuerpo fue velado en el estadio “Folke Anderson” de Esmeraldas (noroeste), su ciudad natal, donde acudieron miles de personas a las exequias.

Una mezcla de consternación, indignación y amargura se conjugaron este domingo durante el sepelio del atleta ecuatoriano Alex Quiñónez, asesinado la noche del viernes en la ciudad de Guayaquil (suroeste) por desconocidos que le dispararon junto a un amigo suyo.

Quiñónez, un carismático deportista que se ubicó en el tercer lugar de la prueba de los 200 metros planos del Mundial de Atletismo en Doha 2019, fue reconocido como el velocista más importante que ha tenido el país en su historia.

En Esmeraldas lo conocían con el apodo de “El clon”, porque era muy parecido a su padre, mientras que sus amigos del barrio Unión y Progreso, donde creció, le decían “El Rayo de la Guacharaca”, por su velocidad al correr y su afición al atletismo.

Varios de sus familiares comentaron el malestar que le habían provocado algunas decisiones de autoridades, como el hecho de que en su momento le fuera retirada la pensión que recibía como deportista de alto rendimiento.

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